lunes, 26 de diciembre de 2011

¡Hey! ¿Despierta!


Todo parece indicar que una vez que nos vamos, aquí no se vuelve. ¿Por qué no arriesgarse y andar y tener constancia para llegar a donde uno quiere? ¿Para qué hacer sentir mal a quién uno quiere? ¿Para qué dejar que pese más tu miedo que tus ganas? ¿Para qué vivir si no intentas otra cosa que no sea hacer lo esperable? Hoy mismo puedes comenzar a hacer de tu vida una gran historia. Puedes regalar algo a los demás, algo que ellos necesiten y no algo que tu creas que necesitan. Puedes escuchar, observar, pensar y actuar, sintiendo como propia la suerte de la gente que te toca encontrar en tu camino. Agradecer lo que tienes, ocuparte en dejar una enseñanza, un camino, una bandera que alzar a los que vienen detrás de ti.

¡Hey! ¿Y si es tu ultimo día y lo pasas mirando televisión, no miras el sol o las estrellas o la lluvia, no te abrazas con nadie, no haces ni un sólo favor y pasas tu último día quejándote de un realidad que te empecinas en ver mala y enorme, para decidir que nada puedes cambiar porque es demasiado grande. Si en el fondo tú sabes que puedes cambiar algo: tus modos, tus acciones para con los demás, los recuerdos que podes dejar.

¡Hey! Puede ser un gran error si estas recriminando a alguien que no te quiere, en lugar de realmente demostrarle amor, haciendo lo que el otro necesita, que quizás pueda ser tomar distancia o tratar de que mejores en algo.

“Cada vez que nos dormimos, ensayamos la muerte. El sueño nos exige soltar todos los controles, toda meditación, toda actividad. El sueño nos exige entrega y confianza, abandonarnos a lo desconocido”.

Por eso los instantes antes de dormir son tan importantes, allí podemos encontrarnos con lo que hicimos o con lo que no hicimos; con el arrepentimiento o con la tranquilidad y el orgullo. Podemos analizar y entusiasmarnos con lo que nos queda para llegar a una meta.

Cada vez que vamos a dormir, en el instante previo, aunque a veces lo evitemos, sea corto o largo el tiempo que le damos a la última reflexión, podemos darnos cuenta qué hicimos en nuestro día, qué hicimos en nuestra vida; si ayudamos a alguien, si fuimos más allá del pequeño límite que somos nosotros mismos.

¿Concretamos algo por alguna causa que va más allá de nosotros?

¿Realizamos algo para cambiar lo que nos parece injusto?

¿Hicimos algo hoy para que nos recuerden bien si no volvemos?

¿Valoramos el hecho de estar concientes y poder disfrutar de sentir, de respirar, de comer, de saciar la sed, de movernos?

¿Agradecemos realmente lo que tenemos e hicimos algo por los que no tienen la suerte de tenerlo?

Eduardo Galeano dice: “Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable”.

Convivimos con el error, el nuestro y el ajeno, nada de lo que haga el hombre será perfecto porque el hombre nace de lo incompleto, no existe lo ideal pero el hombre que más se distingue, que más es querido, que más orgullo sin vanidad tiene, es aquel que lucha por sus ideales, aquel que trasciende luchando por una causa que es a favor de otros.

Y así será, como en la noche más oscura, sin moverse a pesar del fuerte viento, un faro, un pequeño faro, emite insistente, constantemente cada noche, su luz. Hay noches donde la luna brillante lo opaca, hay noches donde sólo se puede ver aquello que el faro ilumina. El faro está convencido de su misión, porque sabe que no faltará una noche donde salvará vidas. Y alguna de esas vidas, quizás, pueda mejorar en algo nuestro mundo. Y entonces vale el esfuerzo.

Un faro ilumina. Ojala tengamos el tesón de un faro con nuestros ideales, que no sea todo ver qué provecho sacamos sino ver qué hacemos por un lugar mejor, una vida mejor por los demás y también por nosotros. A veces no se necesita inmolarse por una causa o regalar todo lo que tenemos. Alcanza con el esfuerzo de dar un poco de luz cada día, de alguna manera, a los demás. Con algo concreto, además de las palabras. Esto nos honra como seres humanos, nos da una tranquilidad profunda antes de partir al mundo de los sueños.

¡Hey despierta! Que si buscas bien en tu conciencia te darás cuentas que puedes iluminar, para ayudar a que se vean mejor los caminos y que haya alguien que llegue a buen puerto, para sentirte mejor con vos mismo, para saber que no eres uno más, sino alguien con luz propia.

Rafael Ton

domingo, 13 de noviembre de 2011

Mensajes televisivos y el aprendizaje

El filósofo Robert Spaemann dijo: “La televisión destruye sistemáticamente la diferencia entre lo normal y lo anormal, porque en sus parámetros lo normal carece en sí de interés suficiente y siempre habrá entonces que adicionar, inventar o mostrar a una alternativa, aún sin importar la autenticidad. Su criterio no es la difusión de valores éticos o principios o incluso auxiliar el campo educativo, sino el provocar el mayor impacto, aunque éste sea inmoral o incoherente para que la gente se quede retenida observándolo”.

La televisión, entre otras cosas, y hablando siempre de la mayoría de su contenido y no de las excepciones, emite frívolos mensajes que son maquillados diferentes pero tienen una esencia idéntica. Detrás de las escenas, debajo de los gritos, aprovechando la atención del espectador que mira un cuerpo semi desnudo o es atraído por el morbo, aprovecha a susurrar:

No te esfuerces ni te sientas orgulloso de mejorar por vos mismo: Comprá pastillas que te harán adelgazar ¡Ya!.

No te acostumbres a concentrarte a largo plazo, interrumpí todo para ver propagandas.

Habla del tema que hoy te presentamos casi todos los canales; Y opiná y no te compliques profundizando, y no es que nos importe tu palabra, lo que queremos es que repitas lo que te decimos a quienes no nos hayan visto.

Cree que podes ser millonario sin trabajar: llamá a la diva a ver si ganas y mientras: ella sí que se hace cada vez más millonaria.

Convertite en otro, y de paso acordate que vos no vales por vos mismo, entonces cambiá consumiendo algún producto y seguro podrás lograr lo que por vos mismo no podes.

Quedate viendo lo que le pasa a los famosos de hoy (mañana se verá a que otros famosos inventamos), espía su intimidad, sus problemas, y olvidate de cambiar los tuyos.

Seguí los modelos de belleza que enunciamos y si después te sentís mal con tu cuerpo, tenes miedo de no ser aceptado: te ofrecemos que compres el mejor antidepresivo, o la dirección donde comprar ropa para disimular.

La noticia del día la elegimos nosotros y te ubicamos un zócalo debajo de la pantalla, así no lees demasiado y te enteras de todo…de todo lo que nosotros elegimos y queremos que te enteres.

Casi en contrapunto a los embates del “Tevendedor” (estoy generalizando y se que está mal porque hay canales y programas que son una excepción a esto) y pensando justamente en esto de que se fomente solapadamente, la ansiedad y la insatisfacción, y por ende la "urgencia" en consumir algo nuevo, leí un texto de Alejandro Dolina que me parece excelente y quiero compartirlo:

La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos. Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces. En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse. Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad. Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero. Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente- la adquisición de conocimientos.

En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez:"....haga el bachillerato en 6 meses, vuélvase perito mercantil en 3 semanas, avívese de golpe en 5 días, alcance el doctorado en 10 minutos....."

Quizá se supriman algunos... detalles. ¿Qué detalles? Desconfío. Yo he pasado 7 años de mi vida en la escuela primaria, 5 en el colegio secundario y 4 en la universidad. Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas.

Y no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí me llevó decenios.
¿Por qué florecen estos apurones educativos? Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente. A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado. Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios.

A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros. Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela. Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número. Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las "señoritas livianas", los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.
Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas. O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros.
Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio.

Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio. Quieren sorprender a sus amigos tocando "Desde el Alma" sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro.

Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece. Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa.

Emprenda una carrera corta. Triunfe rápidamente.

Gane mucho "vento" sin esfuerzo ninguno.

No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco. Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable.

¡No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera!
El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuanto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas. "Nunca termina uno de aprender" reza un viejo y amable lugar común. Y es cierto, caballeros, es cierto.

Los cursos que no se dictan: Aquí conviene puntualizar algunas excepciones. No todas las disciplinas son de aprendizaje grato, y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración. Hay cosas que deberían aprenderse en un instante. El olvido, sin ir más lejos. He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir). Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari. Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. "Olvide hoy, pague mañana". Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente.

Otro curso muy indicado sería el de humildad. Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone. Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.
Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos. Tal es el caso de los "sistemas para enseñar lo que es bueno", "a respetar, quién es uno", etc.

Todos estos cursos comienzan con la frase "Yo te voy a enseñar" y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes.


Elogio de la ignorancia: Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego. Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido. Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba.

Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie. Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida.
De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda.

Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento, el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo.

"Aprenda a tocar la flauta en 100 años".

"Aprenda a vivir durante toda la vida".

"Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero. Ni siquiera la sabiduría. Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje".


Alejandro Dolina

lunes, 31 de octubre de 2011

Debate: Politiquero, político, líder.

El politiquero deja de serlo y evoluciona realmente, cuando en lugar de buscar saludar a muchos, sonreír y buscar réditos, se pone a caminar e interpreta los sueños y las necesidades de los que conoce y de los que va conociendo, entonces empieza a ser político.

Y será buen político cuando gestione la edificación de esos sueños ajenos, como si fueran propios y consiga remedios para los que más urgentemente lo necesitan y sienta real alegría por ello.

Quizás allí entonces, sepa advertir la diferencia entre: necesidades reales, tales como vivir dignamente, tener oportunidades concretas de estudiar, trabajar, curarse o las pretensiones burguesas que le van a querer vender como lo prioritario, entonces podrá elegir el camino correcto, el de ayudar a levantar al que menos tiene.

Y cuando no deje satisfechos a todos pero sí a la mayoría, sin hipotecar la institución o geografía que le toque dirigir, entonces se podrá convertir en un líder, y cuando ya no piense en los votos y trabaje en pos de lo que dejará cuando no esté, es decir en el mañana, entonces tendrá la oportunidad de hacer cosas muy grandes, y de ser una leyenda viva, irremplazable en su tiempo y admirado y querido como pocos.

Cuando el horizonte es uno mismo y nada más, te hace un frustrado. Te vuelve ciego aún viendo y es tal el peso del egoísmo ventajero, el ejercicio diario de la mezquindad que te lleva a arrastrarte en lugar de caminar y así se puede avanzar muy poco…



viernes, 28 de octubre de 2011

Una relación dificil

"...La cuestión es así: a orillas del lago Tiahuanaco Castelli convoca a los indios de la región a una asamblea. Entonces les habla, fogosamente les dice sus más hondas verdades, las que dan sentido a su vida y a la expedición que lo ha llevado desde Buenos Aires a ese lugar remoto. Dice: “Os traigo la libertad. Estamos en lucha contra el yugo español. Os traigo las nuevas ideas. Las de Rousseau. Las de los Enciclopedistas. Las de la Revolución Francesa. España sólo puede daros el atraso, la oscuridad y el yugo de la tiranía. Yo os ofrezco la vida republicana y libre. ¡Elegid! ¿La tiranía o la libertad? ¿Qué queréis?”. Según parece, los indios respondieron: “¡Aguardiente, señor!”. Reflexiona Salvador Ferla: “Los indios escucharon a este tribuno porteño, ardiente y honrado como el Che, con la misma enigmática impavidez con que lo escucharían a éste 150 años después”. Lo que nos lleva al Comandante Guevara.

En su Diario, el 22 de septiembre, el Che anota: “Alto Seco es un villorio de 50 casas situado a 1900mts. De altura que nos recibió con una bien sazonada mezcla de miedo y curiosidad (…) por la noche Inti dio una charla en el local de la escuela a un grupo de 15 asombrados y callados campesinos explicándoles el alcance de nuestra revolución”. Y, en el resumen del mes, una confesión dolorosa: “La masa campesina no nos ayuda en nada y se convierten en delatores”.

Quedan, así, planteados los temas que separan y oponen a políticos e intelectuales. Castelli y Guevara son ejemplos nítidos de hombres cultos que emprenden una revolución bajo el imperio de sus ideas. No son pragmáticos, son idealistas. Un pragmático (y todos los políticos terminan asumiendo esta actitud cuando discuten con los intelectuales) es alguien que pone en sintonía, por decirlo así, la realidad y la razón. Un político es un mago en el arte de las resistencias de lo real. “Esto se puede, esto no se puede”. Cree conocer siempre hasta dónde se puede llegar. Y (sobre todo) hasta dónde no. No tiene una concepción identitaria del poder, sino sumatoria. “Vamos con todos los que quieran venir. No importa que, al ser tantos y tan diferentes, no sepamos qué somos. Sabemos qué queremos: el poder. Nuestra identidad es ésa: la conquista de los espacios, de las intendencias, de los medios masivos, de todos los territorios. Aunque no sepamos qué hacer cuando los tengamos.” Perón era ejemplar en estas cosas: “Si quiero llegar sólo con los buenos voy a llegar con muy pocos”. “La función del conductor es manejar el desorden”. “En un movimiento, en cuando a ideología, tiene que haber de todo”. “Cuando se hacen dos bandos peronistas yo no estoy con ninguno. Estoy con los dos: hago de Padre Eterno.” Así le fue: llegó a Ezeiza “con todos” y ahí estalló el aparato pragmático que había forjado. No pudo manejar el desorden. El “desorden” lo manejó a él y lo mató en menos de un año...."

"...Fijemos lo siguiente: el político suele incurrir en un exceso de realidad y en una carencia de ideología. El intelectual (acaso los ejemplos de Castelli y Guevara lo hayan explicitado) incurre en una carencia de realidad y en un exceso de ideología. Esta situación debiera acercarlos, ya que cada uno puede otorgarle al otro lo que carece, o aquello que es, pongamos, su “punto débil”. Sin embargo, no. Cada uno cree que el otro representa “excesivamente” aquello que le da identidad. El intelectual cree que el político concede demasiado al pragmatismo, a la sumatoria acrítica, a los pactos, a los abrazos, a las fotos con personajes unívocamente detestables, al aparatismo, a las concesiones a las boberías mediáticas o, sin más, a medios canallas “que la gente lee y en los que hay que estar”. El político cree que el intelectual sobreactúa su sentido crítico, que busca una pureza imposible, una pureza que es casi la negación de la política, que jamás será un “orgánico”, que antepone las ideas a la realidad, que desconoce las asperezas de lo real, del poder, de los grandes aparatos nacionales e internacionales con los que hay, necesariamente, que “dialogar”.
Fragmentos de una nota de José Pablo Feinmann (La historia desbocada)

domingo, 21 de agosto de 2011

¿Qué hacemos con lo que hicieron de nosotros?


Autor: José Pablo Feinmann

Y la grandeza del hombre reside en muchas cosas. Reside en que es finito en un mundo infinito, es imperfecto en un mundo perfecto, lo angustia su pequeñez, lo angustia la idea de la nada, lo angustia la idea del dolor, de la injusticia; y también la grandeza del hombre (todavía, porque puede ser que esto no sea para siempre) todavía puede radicar en que se rebele contra lo que intentan hacer de él.

Sartre tiene una frase que dice “Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”. Esta es una de las frases más fundamentales de toda la historia de la humanidad, porque evidentemente desde que nacemos hacen de nosotros algo. Nosotros nacemos y nos hablan. Recibimos como una esponja palabras, palabras… Cuando empezamos a hablar decimos las palabras que nos dijeron. Es decir, no tenemos un lenguaje propio, creemos que dominamos una lengua y es esa lengua la que nos domina a nosotros. Pero alguna vez diremos una palabra nuestra y esta va a ser nuestra libertad. Entonces es cierto, está el lenguaje que nos condiciona, el entorno sociopolítico que nos condiciona, el inconsciente, todo eso, todo lo que quieran. Pero en algún momento, a partir de algún momento, tenemos que ser responsables de nosotros mismos porque somos lo que elegimos ser. Entonces bienvenida la frase “cada hombre es lo que hace, con lo que hicieron de él”.

La grandeza de la filosofía son estas cosas, entender estas problemáticas, en realidad esto requiere coraje. Porque la vida que alguien lleva puede parecerle injusta, pero es mansa, porque se deja llevar. Bueno, usted a la mañana se afeita, desayuna, va al trabajo, el jefe lo trata mal pero no lo escupe por lo menos, almuerza, se toma un digestivo, tiene problemas con el tránsito, llega a su casa agotado, pero nada grave lo acosó durante el día, saluda a su mujer y pasó otro día en su vida. Sí, pero no pasó, porque no pasó nada en su vida, no pasó nada. O sea, usted la pasó bien, usted no se amargó, usted no se asustó, no se angustió, se deslizó a lo largo de su día como una especie de hoja en la tormenta del capitalismo del siglo XXI, que es el único sistema que está vigente.

¿Pero cuánto más interesante hubiera sido si de pronto, usted se para y dice “pero caramba, qué vida de porquería estoy llevando, no puedo seguir así. Que porquería de trabajo, de familia, la televisión qué basura, muestran solamente algo redondo, ¿no tienen cara las mujeres?” No, olvídese de los ojos, de los labios, no hay más eso, ahora las mujeres tienen una sola cosa: culo. Y usted tiene que ver eso, porque eso le están dando.

Entonces a partir de ese momento usted dice “bueno, esto no va más”. Pero ojo, a partir de ese momento usted está solo. Está solo. Y eso se lo tiene que bancar. Se lo tiene que bancar y eso es una actitud filosófica, y eso es muy difícil, porque usted a partir de ahí dejó de pertenecer a la manada, y comienza a pertenecer a usted mismo. Y cuando usted comienza a pertenecer a usted mismo ya no tiene justificaciones, ya no puede distraerse, tiene que elegir, y usted va a ser el responsable de cada una de sus elecciones.

La filosofía es pues, coraje.


*caricatura: Diego Parpaglione

domingo, 7 de agosto de 2011

jueves, 4 de agosto de 2011

Crisis


No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ’superado’.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

Albert Einstein

"No sos vos, soy yo"


Programa "No sos vos, soy yo" de la Emisión Radial "Subí que te leo" de Mónica Oliver y Rafael Ton. Todos los jueves 22 hs en Radio Estación Sur FM 91.7

http://grooveshark.com/#/s/Subi+Que+Te+Leo+Segunda+Parte+28+07/42GgTi?src=5

http://grooveshark.com/#/s/Sub+Que+Te+Leo+28+07+Parte+Dos/42Glce?src=5

martes, 26 de julio de 2011

Un puntito gris


Abre el paraguas por las dudas, se acomoda los anteojos negros, suspira por lo que no tiene, se enoja y maldice de antemano por el daño que le podrían hacer, se queja de algo, siempre encuentra un motivo. Luego irradia miedos sobre cualquier proyecto, mueve los hombros con desgano - ejercicio que le permite achicarse a sí mismo - y empieza a caminar perezosamente, dando vueltas, con dudas. Acarrea el peso de la desconfianza, se apoya cada tanto en la mediocridad y retrocede ante la nube allá a lo lejos, porque supone que es un aviso de feroz tormenta. Se agacha para quedar bien ante los poderosos, se esconde con miedo de los que poco tienen por si le intentan robar. No se anima a pelear sin espada, no salta por miedo a caerse. Se distrae de la meta para luego maldecir su mala suerte y por estar todavía tan lejos. Camina lento, murmura “no voy a poder, no voy a poder” y entonces vuelve a detenerse, esta vez para odiar a los emprendedores, a los locos que avanzan más que él, a los que hacen cosas de más ¿para que hacen eso? Si siempre conviene hacer lo que hace la mayoría, o un poco menos, sin arriesgar ni ser distinto. Cada vez más chiquito y desconfiado, llega un buen día que decide no andar más, siempre hay un impedimento, un obstáculo o un problema a mano para dejarse caer y no luchar, - están puestos allí para separar a los hombres de los espíritus derrotistas -. Entonces se quedará metido en su propio pantano interior, buscando ser uno más. No podrá casi verse de lo chiquito que ha ido quedando. Su rutina será criticar. Su meta dejada de lado será: “cosa de jóvenes, sueños insensatos”. Su vida un puntito gris, inadvertido lacayo, resignado sirviente, de los que sí se animaron a brillar.

Rafael Ton

sábado, 16 de julio de 2011

Historias de Mujeres, mujeres con historia


Fragmentos del programa "Subí que te leo" de Mónica Oliver y Rafael Ton.

Historias de Mujeres, Mujeres con Historia: http://grooveshark.com/s/Subi+Que+Te+Leo/3YHWKC?src=5

martes, 15 de marzo de 2011

Procuremos ser la excepción


Hace muchos años en la bellísima ciudad de Ushuaia me contaron esta polémica “fábula”:



Dicen que cuando Dios estaba inventando el mundo un ángel lo ayudaba. Dios instalaba un par de ventisqueros en algún lugar y uno en un triangulo al sur de uno de los continentes. Luego ponía playas hermosas y agregaba algunas en ese mismo triángulo. Luego distribuía: oro, petróleo, bosques, frutas, cañas de azúcar, cataratas, selvas, buena tierra para cosechar y distintos animales por diferentes puntos pero de cada una de aquellas cosas, ponía algo en aquel triángulo en el sur de ese continente.

Intrigado y con cierto temor el ángel le advirtió: “señor todopoderoso, habéis puesto riquezas naturales repartidas, diversos paisajes por todo el planeta, sin embargo me permito señalarle que allí, en ese triángulo al sur de lo que será el continente americano quedó de todo un poco: todas las riquezas, todos los paisajes. Los que allí vivan tendrán mar y ríos, ventisqueros, nieve, playa y cataratas; pingüinos, vacas y yaguaretés, maíz, trigo, azúcar y sal, tendrán de todo, por lo tanto más oportunidades que el resto del planeta”: Dios observó que el ángel tenía razón. Con total humildad aceptó el error y luego le respondió: “Tenéis razón, pero compensare esta injusticia: voy a poner en el futuro, en ese triangulo, muchos seres, siempre disconformes y protestones, siempre ventajeros, bastante egoístas y un poco hipócritas que siempre se autodisculparán de todo. Sentirán desprecio por quienes les construyen sus casas, sus medios de transporte, pero no lo dirán en voz alta. Sentados frente a su caja de Pandora, renegaran de los militantes y también se burlarán o criticarán casi todo proyecto cercano; sus proclamados héroes serán cuadros y remeras pero nunca ejemplos y sus héroes verdaderos, inconfensable secreto que no se rebelarán ni a sí mismos, serán otros: los que más dinero lograron obtener. En éste triángulo habrá muchos de estos seres sin compromiso con su lugar, miraran más Europa y Estados Unidos que su propia tierra, y de esta manera, allí no se podrá prosperar del todo; los llamaré: “argentinos, clase media…”


Rafael Ton

domingo, 9 de enero de 2011

HERENCIA. Sobre padres y madres, sobre abuelas y abuelos


Nos hablaron y nos escucharon. Con su mirada fueron guiando nuestros primeros pasos y de su mano conocimos las sencillas maravillas del mundo: los contornos, las caricias, los colores, la música.
Sonrieron con nosotros y por nosotros. Nos marcaron el límite y nos dejaron volar.

Seguro, que errores cometieron. Seguro, que no fueron lo ideal. Seguro, que alguna vez no hicimos lo que esperaban, y podrá haber estado bien o mal, pero poco importa.

No importa tanto lo que nos hayan dicho, lo importante es como nos hicieron sentir y las intenciones que tuvieron. En la balanza pesa haber sido escuchados atentamente cuando sólo balbuceábamos y el hecho de que, sin reprochar ni pedir, se hayan sacado algún dulce, que era para ellos y nos lo hayan dado a nosotros. De esa forma nos dejaron un legado: el amor es eso: es sentir que lo que le sucede a otro es tan importante como lo que le sucede a uno mismo: Es sentir que no perdemos aunque parezca que perdemos, es saber que podemos balbucear y aunque el mensaje no sea claro, no esté dicho de la mejor manera: a alguien le importará tratar de comprendernos (y viceversa)

Un día decidieron que su tarea estaba cumplida y partieron. Y en ese "adiós" nos dieron un último regalo, que parece despedida pero es un comienzo.
A partir de ese día, nuestros ojos ven más. Nuestra mirada se duplica porque ellos nos regalaron su mirada. Nuestras experiencias se nutren, porque ellos nos donaron para siempre sus historias. A partir de ese día nuestro corazón se agranda, por eso el dolor, porque todo cambio importante duele un poco, y así se instalaron en nosotros definitivamente. Vienen con nosotros en una fragancia, en un par de colores, en un recuerdo, o en un sueño.

Nos vamos a encontrar con ellos en las cosas importantes, a la hora de elegir, de optar, a la hora de empezar o terminar un proyecto, en la lágrima de la soledad o en la lágrima de la felicidad.
El abrazo del alma, ese que alguna vez nos dieron, cuando éramos pulgas inocentes, es el único que en un eco profundo trasciende, vence al tiempo y se repite haciéndonos volver a sentirnos juntos, sencillamente porque nuestras almas están abrazándose.
Alguna vez compartiremos la realización de un sueño loco. Un festejo nos encontrara bebiendo de una misma copa. Nos descubriremos en un gesto idéntico. Nos detendremos a reflexionar si aprobaría o no, lo que estamos por hacer. Alguna vez nos dolerá, mucho y bien adentro, su ausencia corporal. Pero en un atardecer o en un amanecer, vamos a sentir que lo que le sucede a otro es tan significativo como lo que nos sucede a nosotros, entonces sabremos que la semilla germinó y todo valió la pena. Hemos de dejar en alguien una semilla con mucho de nosotros y también algo de ellos. Y de esta manera hemos honrado a quién tanto nos dio. Ya nunca los olvidaremos, puesto que un día decidieron quedar eternos en nuestra memoria, en alguna mirada, en parte de nuestro sentir y en una huella única y profunda en nuestra alma.
- Rafael Ton -

domingo, 5 de diciembre de 2010

AHOGARSE EN LA QUEJA O INTENTAR NADAR


Algunos, con las piedras que en ocasiones le arroja el destino levantan muros, otros casas y otros simplemente huyen a refugiarse, sin saber dónde e invariablemente terminan con un piedra golpeándole la espalda.
Algunos cuidan árboles y otros los hachan. Con esa madera algunos hacen leña y fuego y otros construyen puentes.
Son opciones, formas de encarar la vida. Y la vida es una construcción que depende mucho de la actitud de cada uno.
En la peor tormenta o en la tarde de sol, lo que nos diferencia en cada caso es nuestro proceder y nuestra actitud.
Casi todo depende de la capacidad de cada uno de sobrellevar lo que puede ser malo y saber rescatar lo positivo y disfrutar lo que vivimos.
Cuando me quejaba de chico mi abuelo siempre me decía: “Donde algunos se ahogan, otros aprenden a nadar. Lo que se necesita es la convicción para ser siempre parte del segundo grupo
Será entonces cuestión de mejorar la actitud y de utilizar la crisis circunstancial para construir un nuevo amanecer.
Borrar la resignación y los dichos que nos mentalizan mal como “no se puede hacer nada”.
Hay que eliminar la inconstancia, los desvíos, los apresuramientos sin razón. Convencernos de que podemos llegar a nuestras metas más importantes si estamos concientes del esfuerzo diario que hay que hacer para avanzar. La constancia como eje. De nada sirven los impulsos en distintas direcciones. Llega el que recorre el camino sabiendo a dónde quiere llegar. El resto queda perdido.
La queja siempre es un retroceso, una pérdida de valioso tiempo, sirve únicamente si se convierte rápidamente en un hecho concreto para mejorar una circunstancia o algo en nosotros mismos.
El insultar dioses, recurrir a los horóscopos, exigir que otros construyan lo que nosotros no ayudamos a levantar, ni demostramos estar convencidos, suelen ser las peores elecciones de vida.
Convicción en tus sueños, constancia, ante cada problema o cambio, recordar que tu actitud ante la vida es lo esencial.
- Rafael Ton -

jueves, 15 de abril de 2010

Sobre el Deseo y la Meta a llegar.


Deseaba estar con ella, pensaba una y otra vez “quiero estar con ella” y lo logró, estuvo con ella muchas veces pero nunca llegó a ser su pareja, bueno…su deseo se realizó.·

Deseaba ser presidente, era su obsesión, pasaron algunos años, sorteó inconvenientes, lo logró. No había soñado con las acciones que llevaría a cabo en su mandato, su meta era ser presidente, su deseo primordial era llegar a esa posición. Lo logró, claro que a las pocas semanas tuvo que renunciar. No tenía derecho a quejarse, después de todo, su deseo se había llevado a cabo.·

Deseaba no estar sola, lloraba en soledad por su condición. No deseaba ser mejor, verse mejor. No deseaba otra cosa que un “hombre” cerca, así casi abstracto. Durante años tuvo algunos hombres…casi abstractos…que estuvieron breve tiempo con ella. Aunque proteste, su deseo se cumplió.·

De niña soñaba con ser famosa, que la admiraran…trascender. Desde muy chica soñaba ser “actriz” que la odiaran cuando fuera mala, que la amaran cuando hiciera el papel de buena. Hoy han pasado más de 50 años de su muerte y por su actividad política, el rol social que llevó a cabo, se la sigue odiando y amando. Su deseo era tan fuerte que se cumplió y... la trascendió.·


Deseaba amigos, sobre todo amigos. Nunca le importó el dinero. No murió en la pobreza pero sí en condiciones humildes. Su velorio estuvo repleto de lágrimas.·


Deseaba ganar dinero para que lo admirasen, ganar dinero para no sufrir lo que habían sufrido sus padres, ganar dinero para construir. Pero las segundas partes eran segundas partes. Su meta fundamental era…ganar dinero. Aún cuando la fortuna era mucha, su meta seguía siendo ganar dinero por si por alguna razón, perdía lo ganado. A costa de no tener tiempo para otras cosas su función básica era esa. Murió ante la ocultada alegría de sus descendientes que rompieron a dentelladas su testamento.·


Deseaba adelgazar, quemar grasas, su obsesión era pesar menos, repetía: “como sea pero adelgazar”. Pobrecilla, falleció de una enfermedad que la consumió en pocas semanas. Su cuerpo acató cabalmente y más, su propio deseo.·


Deseaba parecer, más no esforzarse para serlo realmente. Claro, al principio al resto le “parecía” que era, pero al rato se daba cuenta de su mentira. El deseo de parecer estaba cumplido.

El problema mayor del deseo es la confusión y su enemigo mayor: el propio miedo a no ser merecedor de la concreción de ese deseo. Es vital, para la concreción de un deseo, que lo tengamos claro, con palabras precisas, sin hipocresías y tratando de no ser egoístas (que es una forma de miopía). Muchos llegaron a las metas. Muchos llegaron pero no fueron felices. Muchos llegaron a lo que pedían pero lo pedían mal y entonces eran malas las consecuencias. Ordenar la mente, las ideas, los deseos, los miedos, es vital para obtener equilibrio y destellos de felicidad. Clarifiquemos nuestros deseos, y entonces seamos pasionales, porque la pasión racional (no el fanatismo obtuso, esta claro) es, como el deseo, es la sangre que estimula, es la vida más allá de la vida “vegetal”.Clarifiquemos nuestros sueños, necesitamos un tiempo sin aturdirnos o distraernos, un tiempo con nosotros mismos para reflexionar profundamente a donde queremos llegar y de que manera. Tengamos presente que vivimos en un mundo donde necesitamos que nos den afecto pero que también el resto espera lo mismo de nosotros. Aunque a veces por miedo o por no tener los deseos claros, no sepa transmitirlos.No confundamos nuestros deseos. Pongamos en orden, interiormente, nuestras prioridades y valores. Una vez que tengamos nuestro deseo en claro, nuestras metas, y hayamos pensado respetuosamente en los deseos ajenos, en la presencia del otro como un ser humano igual a nosotros, entonces sí, avancemos, nadie nos podrá detener. No tengamos miedo. Dejemos fluir la pasión. La conciencia de quienes somos. Nuestra identidad es importantísima. La claridad suficiente para saber el lugar donde queremos ir, que caminos sí y que caminos no, utilizaremos para llegar; toda la fe en nosotros y una premisa: cuanto mejor tratemos a los demás, aunque tarde la respuesta, mejor nos trataran a nosotros.Rafael Ton

Alejandro Magno y el pirata x Rafael Ton
















Un moretón en el hombro, donde llegaban sus cabellos sucios y largos, estaba inflamado. Dos cortes, toscamente vendados - por él mismo -ambos en la pierna derecha. Eran las secuelas más visibles de la batalla.
Su barca, su tripulación, muchos de ellos amigos, habían sido muertos o apresados. Distintos colores de piel, distintas creencias religiosas y hasta idiomas diferentes no habían sido una obstrucción para que se unieran y salieran en aquella barca errante, en busca de riquezas ajenas.
Eran extranjeros en todos los puertos, eran temidos por todos los barcos.Piratas que tomaban un poco de aquello que se les había negado, no tenían casa, ni joyas. Los tapices que hurtaban los cambiaban por comida o por tejidos que sirvieran de abrigo. Las vasijas con especias la trocaban por agua, por carne, por frutas. Los jarrones pintados los intercambiaban en los mercados y obtenían: espadas y madera y metal.
Lo llevaron, atadas sus manos, ante el hombre del que todos hablaban, cuya fama había trepado en las montañas, recorrido las tierras, día y noche, de boca en boca, en distintos idiomas y hasta ellos, que dormían en sus barcos, en la oscuridad más profunda de los mares, habían sabido de Alejandro Magno, su poder, sus batallas ganadas, sus conquistas. Habían dicho que su juventud impresionaba pero mucho más su sabiduría. Habían dicho que su destreza en la guerra y las estrategias que había llevado a cabo, despertaban pasmo y envidia en sus enemigos. Muchos muertos había sembrado la expansión de su reino, es cierto, pero no menos cierto que sus construcciones y los planes para las ciudades antiguas y recién conquistadas indicaban que no era un simple monarca que atesora tierras sólo por ambición. Era algo más que un emperador, Alejandro el Magno le llama el pueblo, el suyo y lo que es más sorprendente: el poco resto del mundo que todavía no ha conquistado también le otorgaba ese apodo.
El pirata sabía todo esto pero caminaba displicente, con la convicción de que lo llevaban ante él para gozar frente a su corte imperial, antes de matarlo. El pirata caminaba desfachatado, manifestando en cada gesto, en cada paso, que no temía a la muerte, después de todo había perdido en cruenta y desigual batalla a sus amigos y a su barco.
Cuando lo vio llegar, Alejandro le hundió sus ojos azul marino, como si escrutara en su alma. Un edecán le toca el hombro y le dijo palabras que Alejandro no escucha. En la sala algunas mujeres vestidas con ropajes níveos y varios militares con espadas y uniformes lo acompañan. También perros y dos hombres de espesas barbas y gruesas panzas que van y vienen con cofres y objetos.
El eximio conquistador levanta la mirada y enfrenta la del pirata, se produce un silencio al instante. El pirata mantiene su postura altiva pero se da cuenta que es verdad, que aquel hombre no es un hombre más.
El lozano seño apenas se arruga y entonces el pirata siente la voz como látigo del emperador: - ¿Quién te crees que eres? ¿El dueño de los mares? Has buscado instalar el terror en todo el mundo.
El pirata no pudo dejar de hacer una mueca cínica y luego de mover la cabeza de un lado a otro, le contestó: - Es solo cuestión de fuerzas. Yo tengo, o más bien tenía, un solo barco, un puñado de hombres y un puñado de armas, por eso me llaman ladrón. Tú tienes un ejército, una flota, por eso te proclaman Emperador.
El silencio se instaló del todo en la sala. Hasta los viejos de barbas espesas dejaron de moverse y los perros dejaron de jadear.
Alejandro Magno tenía una costumbre: cuando algún subalterno venía con una queja sobre otro o con alguna historia que implicaba juzgar a otras personas, Alejandro se tapaba un oído y cuando le preguntaban porque lo hacía, respondía “para escuchar la otra historia puesto que todo río que divide la tierra, tiene dos orillas desde donde cruzarlo u observarlo”.
El pirata fue indultado y dejado en libertad esa misma noche.
Uno de sus generales, sin mirarlo a los ojos y antes que Alejandro Magno saliera del palacio, le musitó: “su majestad, nose si sería aconsejable dejarlo libre, nos ha costado mucho apresarlo y nada indica que dejara de robar o que no pueda reclutar nuevos piratas y alguna embarcación y seguir robando”.
La respuesta de Alejandro Magno, sin aminorar el paso pero elevando la voz para que todos escuchen no se dejó esperar: - más miedo da no tener entre los míos las críticas profundas que acabo de escuchar de este mal llamado terror de los mares.
x Rafael Ton

lunes, 8 de febrero de 2010

Me caen muy mal....


Pareciera que es más fácil saber a donde no vamos a ir que a donde queremos llegar. También es cierto que nuestra identidad se basa en lo que somos pero también en lo que no somos. (Eduardo Galeano dice “somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”) Ya esto parece un trabalenguas pero viene a cuento de una charla que tuve con unos amigos hace un tiempo. Hablábamos sobre una persona que nos desagrada. Hablábamos de ciertas de sus actitudes que nos molestaban y partir de este personaje, empezamos a darnos cuenta que teníamos entre nosotros mas puntos en común de lo que pensábamos. También nos unían el rechazo a ciertas conductas. Esto nació describiendo tipos de personas que nos caen mal…
Y no pude con mi genio y después de esa charla me puse a escribir y…escribí bastante (se ve que es fácil saber qué actitudes o qué clase de tipos nos caen mal)
Paso a detallar para que aquellos que quieran estar avisados tengan en cuenta, y por favor me notifiquen de peligros y/o me excluyan de su círculo social. Después de todo, cuando van pasando los años uno ya se va acomodando en la tribu que quiere vivir, en los caminos que desea andar y selecciona los sueños donde depositar más su energía.
Por todo esto, aviso que me cae muy mal:
El boludo que en lugar de fijarse si le parece lindo o cree que queda bien, precisa saber si la ropa es de marca.
El nene de Mamá que no se banca una lluvia y se resfría casi de antemano. El que necesita la billetera llena y el auto nuevo para salir a levantar una mina. El que apaga la luz de noche y vive supeditado a las reglas establecidas y a las jerarquías, sin discriminar si son justas.
El que no le encuentra demasiado gusto a nada, salvo a lo que es de alto precio o aquello que hace la gente muy famosa.
El que se cree un “master” porque señala el error del que pinta un cuadro o una pared. El que se ríe y descree del que sueña, del que trabaja en algo inusual o del que demuestra pasión por algo que no tiene nada que ver con el dinero. El recolector de fracasos ajenos que no distingue los barcos en el mar pero si enumera los que encallan.
El que enfatiza de Napoleón Bonaparte, estratega y emperador…que era petizo. El que va al cine y se queda con el desnudo o los efectos especiales y no le queda nada de la historia.
El que busca el negocio en lugar del placer. El que busca el error hasta en la magia; típico bolas triste que se pavonea de haber visto y señalado la estrella que no brilla tanto…
El que cuando llueve y va en el auto ni se le ocurre parar a llevar al que está empapado esperando un colectivo y si se lo dicen dirá ¿para que? Siempre tendrá el argumento de un riesgo o tendrá una urgencia a mano para no ser solidario.
El que casi nunca se acuerda, salvo cuando le es conveniente, que un empleado es un ser humano y no saluda ni contesta amablemente. El que no dejará de comprarse una golosina para dar un peso a alguien que pide por la calle. El que siempre tiene un manojo de pretextos en los bolsillos para no prestar dinero, ni nada. Tiene lugar donde dormir, qué comer, puede ir a pasear, mascota bien alimentada, computadora, teléfono, luz, gas, se compra ropa para cuando llueve para cuando hace calor y para dormir pero uno lo escucha y es la gran víctima…el pobrecito… ¿Qué quieren? ¿Qué encima haga algo para ayudar a gente que no tiene esas cosas?...
El que siempre tiene a mano: presentimientos para desconfiar, indicios para ensuciar y motivos para no intentar.
El que nunca se jugó todo a un número en el casino.
El que no sale de la teoría y el purismo, no se embarra ni se preocupa por construir grandes cosas.
El medio pelo que cuando cumple 18 años necesita una limousine dorada para llegar a su fiesta, para lograr así que lo aplaudan, ya que por él mismo no lo logra. El mismo nabo medio pelo que morocho es pero se mueve y opina como rubio y se babea si le regalan la camiseta de un ex jugador de su equipo que ahora “brilla” en Europa. El correcto que jamás gritará por su equipo cuando no corresponde, ni tendrá distintivo político alguno porque no le interesa nada, salvo su propia vida.
El que cuando la mujer, la madre o la novia le dicen “no lo hagas, dejá”, aunque su conciencia le indique que debe hacerlo…aprovecha y le hace caso a ella.
El analfabeto político que describe el texto de Bertold Bretch y él se siente orgulloso de eso, lo proclama. El que describe Alejandro Dolina como refutador de leyendas y él se siente tan astuto, desmintiendo leyendas.
El que es argentino cada cuatro años, cuando juega la selección y antes del partido compra en Wall Mart una banderita, come rápido en Mcdonals tomando Coca-cola y va a mirar por tele a los once patriotas que cobran millones por jugar. Claro, sacando el mundial, él reniega de todo lo que le rodea (su patria) a toda hora, la política, las instituciones, el vecino, los métodos, la falta de aquello y de lo otro… pero… si mete un gol la selección grita que “Somos los más grandes”.
El que "no mira boludeces en la televisión" pero... ayer justo lo vi, y me hizo reír y anteayer también y “casualmente” comenta sobre eso hoy y también lo hará mañana.
El que no tiene como meta ni crecer ni merecer, simplemente pasarla bien él y ganar dinero.
El que no lee lo complicado, no subraya lo que le parece mejor, no sea cosa que la moda cambie y quede mal. Además ¿Qué gana con modificar algo? eso es similar a un compromiso, una posición en la vida, es decir incomodidades, esfuerzos que él juzga como sacrificios.
El que está muy pegadito a la queja pero ciego ante la posibilidad de ver qué hace para cambiar las cosas, es decir, es parte del problema, nunca de la solución.
Ahora, debo aclarar porque siempre hay un pelotudo o un cola de paja que al ver este pensamiento, postura, dice “es cerrarse”. No quiere advertir que simplemente, dando vuelta todo esto, se la gente que me cae muy bien; y por suerte conozco quienes son así, son parte de mi tribu y hay muchísimos más por allí. Y además hay algunos que siempre están a tiempo de hacer el esfuerzo y cambiarse de bando.
He caminado suficiente para saber que me queda mucho por aprender, mucho por hacer por los demás y por mí, pero aunque me mueva (esperemos sea para adelante) es reconfortante saber con qué tipos de personas, más allá de mis seres queridos, quiero encontrarme, con quienes quiero estar y sabiendo de que lado estoy.

Rafa Ton

lunes, 9 de noviembre de 2009

Gimnasia: Un fenómeno social, con forma de lobo y corazón de pueblo.


Algunas personas podrán decir “es solo un partido de fútbol”…como minimizando pero los que somos partícipes, lo que son testigos, se dan cuenta que no. No estamos hablando de lo que muestra la televisión, eso es otra cosa, no hay olor a choripán, no están las caras anónimas, las costumbres, los miedos, la esperanza. La lupa está puesta en los deportistas, no en la pasión, no en la tribuna, en la llegada, en los nervios, en la fiesta.
Si bien los precios han ido empujando fuera del escenario a muchos de las clases más humildes, al menos Gimnasia, todavía los rescata.
Uno se sienta en el monumento del Bosque, una hora antes del partido y allí los puede ver: están los que pagan (porque los jugadores cobran, los árbitros cobran, los periodistas de la televisión y de la radio cobran) los hinchas pagan. Ahí, en esa previa están todos: los que juntan las monedas, los que manguean, los que podrán privarse de cualquier cosa pero pagan la cuota. Los negritos, los gordos, el loco que le falta la pierna y el pelado y la que trabaja de empleada doméstica o el que trabaja en una oficina o comercio de lunes a sábado y su descanso, su fiesta, su hachazo en la rutina, es Gimnasia.
El pibe del interior que viene por primera vez tímido, y viene una vez, dos y termina… hermano de un desconocido gritando “Dale Lobo” y saltando en la tribuna.
El nieto que viene con el abuelo, que por ver los papelitos, los gritos, los jugadores al campo de juego no ve las lágrimas del viejo que se siente feliz de compartir este sentimiento con su nieto, de dejarle un legado que es el sello de una pasión.
El que viene temprano a colgar la bandera. El que vende garrapiñadas y maní en bolsitas. El que se compra un gorro para el sol.
El que sabe que sí se gana se festeja y sí se pierde hay un “Vamos Lobo” al final, porque se viene a alentar un sentimiento y no a buscar un mero resultado.
Es todo casi místico, como algo religioso, como algo mágico, con mucho de pueblo. No es un deporte donde gente se va a sentar a ver ganar un equipo y si esto sucede tocar bocina. Eso sería lo esperable, lo común. En el ingreso al Bosque se palpa otra cosa. Un gol en contra será una desgracia, un gol propio será el pretexto para un abrazo, bien fuerte. Un partido es un ritual, un lugar de encuentro para desahogarse, para saltar, para reír, para cantar unidos. Un pueblo, si se quiere una tribu urbana.
Gimnasia es un fenómeno social. Merece ser vivido.
Gimnasia es la amistad, la hermandad bajo dos colores que se mantienen en lo alto, porque no están supeditados a si en su equipo hay un jugador mediático o si se dan resultados. Es el humilde, abnegado. El que no le importa la burla del niño “bien” del centro que nació con todo regalado. No tuvo un papá contador y una niñera, no necesita de un plasma para ver en colores ni necesita terapia cuando tiene un problema.
El hincha de Gimnasia es un caso aparte, un modelo único, como su camiseta, que se fue haciendo así mismo, andando por caminos difíciles. Sabe de fidelidad. Sabe de inventar una celebración de un acontecimiento cualquiera. Esta aparte de lo que pase con la pelotita.
Hace un tiempo atrás la revista “Ginasiá!” (se escribe así, sin “m” un sello distintivo del vocabulario popular “tripero”) levantó en una nota dos declaraciones de ex técnicos de la institución. Pedro Troglio que dice: “El hincha de Gimnasia es noble, es un tipo que no te va a dejar tirado nunca”. Y Roberto Perfumo que expresó: “me vino a la memoria la increíble sensación de aguante, ese clima de aliento incondicional que transmite la hinchada tripera en el estadio del Bosque”….
Es así. Gimnasia es un fenómeno social. No es un equipo, es ese loco que italiano que viene gritando por la calle, cargando una bolsa de papelitos, es esa cancha que aman y desean ver mucho más grande, con sus colores y con formato popular, es decir con espacios para los que menos tienen y no tantas plateas. Gimnasia es el pibe que quiso entrar en otra cancha y como estaba muy humildemente vestido no lo dejaron y por la misma razón hicieron la vista gorda para que entrara al estadio del Bosque.
Gimnasia, ese fenómeno social. Si estas en La Plata, si pasas por el Bosque, no te lo pierdas. Metete en la popular y te vas a encontrar gritando “Dale Lobo” no solo con la garganta, sino con el alma. (Rafael Ton)

viernes, 6 de noviembre de 2009

Dolina, Galeano, Simone de Beauvior, es decir: de todo un poco


SIMONE DE BEAUVIOR

(fragmentos del libro “América día a día”)

“Y además se observa enseguida que una vez sin envoltorio de celofán de colores, todas las barras de chocolate tienen el mismo sabor a cacahuate, todos los best-sellers cuentan la misma historia. ¿A santo de que elegir entonces entre dos dentífricos? Este derroche inútil deja un sabor de boca a mistificación. Se brindan mil posibilidades , pero es la misma. Mil opciones lícitas, pero todas equivalentes. Así el ciudadano americano podrá consumir su libertad en el seno de la vida que se le impone sin percatarse de que la propia vida que lleva no es libre.”

“no hay cafés ni salones para que los intelectuales se encuentren, todo el mundo vive lejos de los demás; y las distancias son grandes”

“Un pintor desconocido no podría despertar ni el interés de otros pintores que le ignoran, ni el público cultivado, pues no hay público cultivado. Casi no hay otro medio para darse a conocer que ponerse en manos de agente de publicidad”

“esta marea de negros no va a irrumpir en Wall Street, no constituyen ninguna amenaza inmediata. El miedo irracional que inspiran sólo puede ser el envés de algún odio y de cierto remordimiento”

“... se mece en su sillón giratorio; desde lo alto de su prepotencia y de la prepotencia americana en general, me lanza una mirada irónica:<<¿Así que Francia se divierte con el existencialismo?>> Huelga decir que no sabe nada de existencialismo, su desprecio se ensaña con la filosofía en general y, en un sentido más amplio, con la fatuidad de un país económicamente más pobre que se atreve a pensar”

“tengo la impresión de que América es dura con los intelectuales. Los directores, los editores, evalúan el cerebro de uno con aire crítico y desagradable, con aire de empresario pidiendo a una bailarina que enseñe las piernas. Desprecian a priori el producto que van a comprar, igual que al público al que lo van a vender”

OSVALDO BAYER

(Fragmentos del libro “Rebeldía y esperanza”)

“a los repudios viscerales los reservo para los verdaderos enemigos de la humanidad esos que hacen posible que mientras se mueren millones de niños de hambre se gastan en armas las mejores reservas de los pueblos, a esos que por fabricar artículos superfluos en pos de la egoísta ganancia personal han envenenado ecológicamente el futuro de las próximas generaciones y divido el mundo entre desarrollados y subdesarrollados . No puedo odiar a aquellos que se equivocaron y perdieron buscando nuevas sendas.”

“pero ha logrado vivir en toda su dignidad el derecho a la rebelión, a la sagrada violencia de los oprimidos. Tan denigrada en los últimos años, víctima de una aplastante propaganda del establishment. Ha llegado el momento de desertar del rebaño sonriente y plantear a los lobos un diálogo diferente”.

EDUARDO GALEANO

(Fragmentos del libro “Patas arriba”)

“la venta de armas de fuego está prohibida a los menores de edad en los Estados Unidos, pero la publicidad apunta a esa clientela. Un aviso de la national Riffle Association dice que el futuro de los deportes de tiro está <>, y un folleto de la National Shooting Sports Foundation explica que cualquier niño de diez años debería disponer de un arma de fuego cuando se queda solo en casa o cuando se marcha solo a hacer una compra. El catálogo de la fábrica de armas New England Firearms dice que los niños son <>
Según los datos del violence policy center , las balas matan cada día, por crimen, suicidio o accidente, a catorce niños y adolescentes menores de diecinueve años, en los Estados Unidos. La nación vive de respingo en respingo, y de sofocón en sofocón, por las balaceras infantiles. Cada dos por tres aparece algún niño, casi siempre blanco, pecoso, que acribilla a sus compañeritos de clase o maestros.”


“EL MIEDO GLOBAL:
Los que trabajan tienen miedo a perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quién no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares , los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerra.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones, miedo a la policía.
Miedo a la puerta con cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y lo que puede ser, miedo a morir, miedo a vivir...”


DALMIRO SÁENZ
PILAR MANZANARES
(Fragmento de la novela “Isabel La razón de su vida”)

...Manejaron las palabras desde los colegios, desde las iglesias, desde las pantallas de los televisores, desde los libros, desde los diarios, desde los discursos...pero se equivocaron, fabricaron tantas palabras que la cadena se fue debilitando, los eslabones de las palabras empezaron morir...cuando una palabra se muere esa palabra no existe. Ni siquiera se recuerda... Por ejemplo usted, señora Leopolda, si quisiera enseñarle a su nietito a tragar,¿tendría palabras para enseñarle como se mueven los músculos de la garganta?..o alguno de ustedes conoce las palabras para enseñarle a alguien como hacer pis?...Las palabras mueren en la memoria y cuando muere una palabra no se puede inventar otra que la reemplace...prueben...traten de inventar palabras que expliquen como tragar o como hacer pis. Nunca lo lograrán. Prueben, podrán ordenar, tragá o hacé pis , pero jamás podrán explicar como...Pregúntenle al cura como se hace para amar a dios sobre todas las cosas como ordena el mandamiento de su iglesia...o pregúntenle como se hace para no desear a la mujer del prójimo, como también dice otro mandamiento...¿Por qué el cura no nos dice como se ama o como no se desea?...no lo dice porque no sabe cómo, porque se le murieron esas palabras. El silencio es el idioma de dios. Dios solo habla con silencios. Podemos rezarle, suplicarle, pedirle, y su contestación será siempre el silencio... Cuando nuestras oraciones se elevan hacía dios vuelven a nosotros convertidas en silencio. Y mientras las palabras construyen el silencio de dios, el silencio de dios es dios.”

ALICIA DUJOVNE ORTIZ(Fragmento de EVA PERÓN - la Biografía -)

“En las provincias se construyeron mil escuelas y dieciocho hogares-escuelas. Los alumnos, alrededor de tres mil habían vivido siempre en ranchos de adobe y dormido en el suelo. Evita se ocupaba personalmente de cada caso y decidía por sí misma si el niño debía pasar la noche en el hogar escuela o volver a su casa, en Córdoba y Mendoza también hizo construir ciudades de estudiantes. Pero sus dos grandes pasiones eran la ciudad estudiantil de Buenos Aires que ocupaba cinco manzanas, y la ciudad infantil, inaugurada el 14 de Julio de 1949”

“los pobres siempre le pedían menos de lo que necesitaban. Ella les daba más. ¿Para hacerse querer? Sin duda. Pero también por lucidez, por que captaba al vuelo toda una situación, toda una historia y trataba de resolverlas en conjunto. Una mujer abandonada por el marido pide un colchón. “¿tiene cama?”, le pregunta Evita. “y, no”. “Anote una cama para la señora”.”¿Cuántos chicos tiene?”, “cinco”, “¿duermen en camas?” “y, no”. “Anote cinco...no, pero espere ¿hay lugar en su casa para tantas camas?” “No evita, vivimos todos en una sola pieza”. Breve conversación con las asistentes: “la van a llamar para el nuevo barrio Saavedra”. La mujer ya se va, soñando con uno de esos coquetos Chalets de gusto femenino, no los viriles monoblocks, sino las lindas casitas con un ante jardín para charlar con la vecina, dispuestos en media luna alrededor de un campo de deportes y cuya iglesia tiene por cura, nada menos que, al padre Benítez, cuando Evita la llama para una última pregunta “¿tiene plata para el boleto? .
Al decir esto, Evita revela su memoria de pobre: solo el que alguna vez se ha encontrado sin plata para el ómnibus de vuelta es capaz de preguntar semejante cosa.

“Una familia solicita muebles, cacerolas y chapas para el techo. La nena es bizca, Evita concede lo que se le ha pedido, no sin agregar, “y un oculista para la nena”. Una chica pide plata para ir a visitar a su novio, que vive en la otra ciudad. “¿Quieren casarse?” “ Si pero el trabaja allá y yo no puedo irme dejando a mi mamá” “Que le encuentren al novio un empleo en Buenos Aires, y la casa, y los muebles”. Una mujer desdentada viene a pedir ropitas para sus niños. “Anoten ropa, y también una máquina de coser para que aprenda a hacerla ella misma. Y un dentista para que le arreglen los dientes. Hay que estar siempre arregladitas para gustarle al marido”, añade dirigiéndose a la pobre mujer que a todas luces no piensa en eso desde hace mucho tiempo. A las tan inesperadas palabras le hacen tocarse el pelo, llevarse para atrás una mecha caída”

“Una solución práctica y psicológica a la vez tiene el poder absoluto aun el de curar las heridas del alma”.
Y puede hacer las veces de destino. ¿Cuántas veces no habrá intervenido para corregir el curso de una existencia, llevándose a la residencia presidencial a unos niños hallados por la calle, o en secretaría, que se rascaban desesperadamente?. “¿Es Tiña?” , le preguntaban al doctor Lobo, siempre a su lado. Y cuando el médico contestaba que sí, Evita le decía a la madre, “señora no me presta a sus chicos por unos días” En el palacio Unzué los va a poder lavar, cuidar y mimar: ¿para que servirán si no sus cincuenta bañeras, ya utilizadas por los pobres desde 1946, cuando acudían a golpearle la puerta. Los chicos tiñosos y las ancianas malolientes se volvían a ir sanos y perfumados mejor aún, transfigurados. Durante una inversión en la bañadera o durante varias noches, habían vivido en lo del presidente, en un palacio de ensueño.”


DANTE PANZERI
(Del libro “Fútbol dinámica de lo impensado”)

“El fútbol es el más hermoso juego que haya concebido el hombre, y como concepción de juego es la más perfecta introducción al hombre en la lección humana de la vida cooperativista”

“Es que el fútbol, tanto para quienes juegan, para quienes van a ver ganar, como para quienes van a ver jugar, ¡es siempre un fenómeno emotivo! Cuando la emotividad está ausente, es que estamos ante un mero entrenamiento.”


ERNESTO SABATO
(del libro “Antes del fin”)

“En aquel movimiento hubo un justificado anhelo de justicia y de dignidad, frente a una sociedad fría y egoísta que explotaba a los pobres de la manera más denigrante, esclavizándolos en esa especie de campos de concentración que eran los yerbales y los quebrachales. A todos esos desamparados, como los llamó Evita, que luchó verdadera y heroicamente por ellos, los supo movilizar Perón. Medio siglo después la desvaída foto de evita preside, junto a la de la virgen, los hogares más pobres del país, simboliza la devoción y la gratitud por aquellos años únicos de prosperidad y respeto para los más humildes.”

ALEJANDRO DOLINA
(Fragmento de “Crónica del ángel gris”)

“Los hombres vulgares – decía Ortega – están siempre satisfechos de sí mismos. Dan por buenos sus gustos, preferencias y opiniones, sin reflexionar demasiado. No se exigen nada, no se remiten a instancias superiores, se conforman con lo que buenamente encuentran en su cabeza y están encantados de ser como son.
Por el contrario , los hombres excelentes viven exigiéndose. No le encuentran sabor a la vida si no la ponen al servicio de una empresa superior o trascendente. Estos hombres desestiman lo que no les cuesta esfuerzo y sólo aceptan como digno de ellos lo que aún está por encima y les reclama un estirón para alcanzarlo. Esta es la vida como disciplina: la vida noble.”

ARTHUR SCHOPENHAUER

“Una simple mirada nos muestra dos enemigos de la felicidad humana: el dolor y el aburrimiento. También podemos observar lo siguiente: en la medida en que logramos alejarnos del primero, más nos aproximamos al otro, y viceversa; de modo que nuestra vida no se caracteriza, en realidad, más que por la mayor o menor oscilación entre ambos. Esto proviene de que cada uno de ellos posee con respecto al otro un doble antagonismo: uno externo u objetivo y otro interno o subjetivo. En efecto exteriormente, necesidad y carencia engendran el dolor; por el contrario seguridad y abundancia, el aburrimiento. Según esto, vemos a la clase social más baja en constante lucha contra la necesidad, contra el dolor; al mundo de los ricos y eminentes, en cambio, en una incesante y, a menudo, realmente desesperada lucha contra el aburrimiento.”