lunes, 9 de noviembre de 2009

Gimnasia: Un fenómeno social, con forma de lobo y corazón de pueblo.


Algunas personas podrán decir “es solo un partido de fútbol”…como minimizando pero los que somos partícipes, lo que son testigos, se dan cuenta que no. No estamos hablando de lo que muestra la televisión, eso es otra cosa, no hay olor a choripán, no están las caras anónimas, las costumbres, los miedos, la esperanza. La lupa está puesta en los deportistas, no en la pasión, no en la tribuna, en la llegada, en los nervios, en la fiesta.
Si bien los precios han ido empujando fuera del escenario a muchos de las clases más humildes, al menos Gimnasia, todavía los rescata.
Uno se sienta en el monumento del Bosque, una hora antes del partido y allí los puede ver: están los que pagan (porque los jugadores cobran, los árbitros cobran, los periodistas de la televisión y de la radio cobran) los hinchas pagan. Ahí, en esa previa están todos: los que juntan las monedas, los que manguean, los que podrán privarse de cualquier cosa pero pagan la cuota. Los negritos, los gordos, el loco que le falta la pierna y el pelado y la que trabaja de empleada doméstica o el que trabaja en una oficina o comercio de lunes a sábado y su descanso, su fiesta, su hachazo en la rutina, es Gimnasia.
El pibe del interior que viene por primera vez tímido, y viene una vez, dos y termina… hermano de un desconocido gritando “Dale Lobo” y saltando en la tribuna.
El nieto que viene con el abuelo, que por ver los papelitos, los gritos, los jugadores al campo de juego no ve las lágrimas del viejo que se siente feliz de compartir este sentimiento con su nieto, de dejarle un legado que es el sello de una pasión.
El que viene temprano a colgar la bandera. El que vende garrapiñadas y maní en bolsitas. El que se compra un gorro para el sol.
El que sabe que sí se gana se festeja y sí se pierde hay un “Vamos Lobo” al final, porque se viene a alentar un sentimiento y no a buscar un mero resultado.
Es todo casi místico, como algo religioso, como algo mágico, con mucho de pueblo. No es un deporte donde gente se va a sentar a ver ganar un equipo y si esto sucede tocar bocina. Eso sería lo esperable, lo común. En el ingreso al Bosque se palpa otra cosa. Un gol en contra será una desgracia, un gol propio será el pretexto para un abrazo, bien fuerte. Un partido es un ritual, un lugar de encuentro para desahogarse, para saltar, para reír, para cantar unidos. Un pueblo, si se quiere una tribu urbana.
Gimnasia es un fenómeno social. Merece ser vivido.
Gimnasia es la amistad, la hermandad bajo dos colores que se mantienen en lo alto, porque no están supeditados a si en su equipo hay un jugador mediático o si se dan resultados. Es el humilde, abnegado. El que no le importa la burla del niño “bien” del centro que nació con todo regalado. No tuvo un papá contador y una niñera, no necesita de un plasma para ver en colores ni necesita terapia cuando tiene un problema.
El hincha de Gimnasia es un caso aparte, un modelo único, como su camiseta, que se fue haciendo así mismo, andando por caminos difíciles. Sabe de fidelidad. Sabe de inventar una celebración de un acontecimiento cualquiera. Esta aparte de lo que pase con la pelotita.
Hace un tiempo atrás la revista “Ginasiá!” (se escribe así, sin “m” un sello distintivo del vocabulario popular “tripero”) levantó en una nota dos declaraciones de ex técnicos de la institución. Pedro Troglio que dice: “El hincha de Gimnasia es noble, es un tipo que no te va a dejar tirado nunca”. Y Roberto Perfumo que expresó: “me vino a la memoria la increíble sensación de aguante, ese clima de aliento incondicional que transmite la hinchada tripera en el estadio del Bosque”….
Es así. Gimnasia es un fenómeno social. No es un equipo, es ese loco que italiano que viene gritando por la calle, cargando una bolsa de papelitos, es esa cancha que aman y desean ver mucho más grande, con sus colores y con formato popular, es decir con espacios para los que menos tienen y no tantas plateas. Gimnasia es el pibe que quiso entrar en otra cancha y como estaba muy humildemente vestido no lo dejaron y por la misma razón hicieron la vista gorda para que entrara al estadio del Bosque.
Gimnasia, ese fenómeno social. Si estas en La Plata, si pasas por el Bosque, no te lo pierdas. Metete en la popular y te vas a encontrar gritando “Dale Lobo” no solo con la garganta, sino con el alma. (Rafael Ton)

viernes, 6 de noviembre de 2009

Dolina, Galeano, Simone de Beauvior, es decir: de todo un poco


SIMONE DE BEAUVIOR

(fragmentos del libro “América día a día”)

“Y además se observa enseguida que una vez sin envoltorio de celofán de colores, todas las barras de chocolate tienen el mismo sabor a cacahuate, todos los best-sellers cuentan la misma historia. ¿A santo de que elegir entonces entre dos dentífricos? Este derroche inútil deja un sabor de boca a mistificación. Se brindan mil posibilidades , pero es la misma. Mil opciones lícitas, pero todas equivalentes. Así el ciudadano americano podrá consumir su libertad en el seno de la vida que se le impone sin percatarse de que la propia vida que lleva no es libre.”

“no hay cafés ni salones para que los intelectuales se encuentren, todo el mundo vive lejos de los demás; y las distancias son grandes”

“Un pintor desconocido no podría despertar ni el interés de otros pintores que le ignoran, ni el público cultivado, pues no hay público cultivado. Casi no hay otro medio para darse a conocer que ponerse en manos de agente de publicidad”

“esta marea de negros no va a irrumpir en Wall Street, no constituyen ninguna amenaza inmediata. El miedo irracional que inspiran sólo puede ser el envés de algún odio y de cierto remordimiento”

“... se mece en su sillón giratorio; desde lo alto de su prepotencia y de la prepotencia americana en general, me lanza una mirada irónica:<<¿Así que Francia se divierte con el existencialismo?>> Huelga decir que no sabe nada de existencialismo, su desprecio se ensaña con la filosofía en general y, en un sentido más amplio, con la fatuidad de un país económicamente más pobre que se atreve a pensar”

“tengo la impresión de que América es dura con los intelectuales. Los directores, los editores, evalúan el cerebro de uno con aire crítico y desagradable, con aire de empresario pidiendo a una bailarina que enseñe las piernas. Desprecian a priori el producto que van a comprar, igual que al público al que lo van a vender”

OSVALDO BAYER

(Fragmentos del libro “Rebeldía y esperanza”)

“a los repudios viscerales los reservo para los verdaderos enemigos de la humanidad esos que hacen posible que mientras se mueren millones de niños de hambre se gastan en armas las mejores reservas de los pueblos, a esos que por fabricar artículos superfluos en pos de la egoísta ganancia personal han envenenado ecológicamente el futuro de las próximas generaciones y divido el mundo entre desarrollados y subdesarrollados . No puedo odiar a aquellos que se equivocaron y perdieron buscando nuevas sendas.”

“pero ha logrado vivir en toda su dignidad el derecho a la rebelión, a la sagrada violencia de los oprimidos. Tan denigrada en los últimos años, víctima de una aplastante propaganda del establishment. Ha llegado el momento de desertar del rebaño sonriente y plantear a los lobos un diálogo diferente”.

EDUARDO GALEANO

(Fragmentos del libro “Patas arriba”)

“la venta de armas de fuego está prohibida a los menores de edad en los Estados Unidos, pero la publicidad apunta a esa clientela. Un aviso de la national Riffle Association dice que el futuro de los deportes de tiro está <>, y un folleto de la National Shooting Sports Foundation explica que cualquier niño de diez años debería disponer de un arma de fuego cuando se queda solo en casa o cuando se marcha solo a hacer una compra. El catálogo de la fábrica de armas New England Firearms dice que los niños son <>
Según los datos del violence policy center , las balas matan cada día, por crimen, suicidio o accidente, a catorce niños y adolescentes menores de diecinueve años, en los Estados Unidos. La nación vive de respingo en respingo, y de sofocón en sofocón, por las balaceras infantiles. Cada dos por tres aparece algún niño, casi siempre blanco, pecoso, que acribilla a sus compañeritos de clase o maestros.”


“EL MIEDO GLOBAL:
Los que trabajan tienen miedo a perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quién no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares , los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerra.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones, miedo a la policía.
Miedo a la puerta con cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y lo que puede ser, miedo a morir, miedo a vivir...”


DALMIRO SÁENZ
PILAR MANZANARES
(Fragmento de la novela “Isabel La razón de su vida”)

...Manejaron las palabras desde los colegios, desde las iglesias, desde las pantallas de los televisores, desde los libros, desde los diarios, desde los discursos...pero se equivocaron, fabricaron tantas palabras que la cadena se fue debilitando, los eslabones de las palabras empezaron morir...cuando una palabra se muere esa palabra no existe. Ni siquiera se recuerda... Por ejemplo usted, señora Leopolda, si quisiera enseñarle a su nietito a tragar,¿tendría palabras para enseñarle como se mueven los músculos de la garganta?..o alguno de ustedes conoce las palabras para enseñarle a alguien como hacer pis?...Las palabras mueren en la memoria y cuando muere una palabra no se puede inventar otra que la reemplace...prueben...traten de inventar palabras que expliquen como tragar o como hacer pis. Nunca lo lograrán. Prueben, podrán ordenar, tragá o hacé pis , pero jamás podrán explicar como...Pregúntenle al cura como se hace para amar a dios sobre todas las cosas como ordena el mandamiento de su iglesia...o pregúntenle como se hace para no desear a la mujer del prójimo, como también dice otro mandamiento...¿Por qué el cura no nos dice como se ama o como no se desea?...no lo dice porque no sabe cómo, porque se le murieron esas palabras. El silencio es el idioma de dios. Dios solo habla con silencios. Podemos rezarle, suplicarle, pedirle, y su contestación será siempre el silencio... Cuando nuestras oraciones se elevan hacía dios vuelven a nosotros convertidas en silencio. Y mientras las palabras construyen el silencio de dios, el silencio de dios es dios.”

ALICIA DUJOVNE ORTIZ(Fragmento de EVA PERÓN - la Biografía -)

“En las provincias se construyeron mil escuelas y dieciocho hogares-escuelas. Los alumnos, alrededor de tres mil habían vivido siempre en ranchos de adobe y dormido en el suelo. Evita se ocupaba personalmente de cada caso y decidía por sí misma si el niño debía pasar la noche en el hogar escuela o volver a su casa, en Córdoba y Mendoza también hizo construir ciudades de estudiantes. Pero sus dos grandes pasiones eran la ciudad estudiantil de Buenos Aires que ocupaba cinco manzanas, y la ciudad infantil, inaugurada el 14 de Julio de 1949”

“los pobres siempre le pedían menos de lo que necesitaban. Ella les daba más. ¿Para hacerse querer? Sin duda. Pero también por lucidez, por que captaba al vuelo toda una situación, toda una historia y trataba de resolverlas en conjunto. Una mujer abandonada por el marido pide un colchón. “¿tiene cama?”, le pregunta Evita. “y, no”. “Anote una cama para la señora”.”¿Cuántos chicos tiene?”, “cinco”, “¿duermen en camas?” “y, no”. “Anote cinco...no, pero espere ¿hay lugar en su casa para tantas camas?” “No evita, vivimos todos en una sola pieza”. Breve conversación con las asistentes: “la van a llamar para el nuevo barrio Saavedra”. La mujer ya se va, soñando con uno de esos coquetos Chalets de gusto femenino, no los viriles monoblocks, sino las lindas casitas con un ante jardín para charlar con la vecina, dispuestos en media luna alrededor de un campo de deportes y cuya iglesia tiene por cura, nada menos que, al padre Benítez, cuando Evita la llama para una última pregunta “¿tiene plata para el boleto? .
Al decir esto, Evita revela su memoria de pobre: solo el que alguna vez se ha encontrado sin plata para el ómnibus de vuelta es capaz de preguntar semejante cosa.

“Una familia solicita muebles, cacerolas y chapas para el techo. La nena es bizca, Evita concede lo que se le ha pedido, no sin agregar, “y un oculista para la nena”. Una chica pide plata para ir a visitar a su novio, que vive en la otra ciudad. “¿Quieren casarse?” “ Si pero el trabaja allá y yo no puedo irme dejando a mi mamá” “Que le encuentren al novio un empleo en Buenos Aires, y la casa, y los muebles”. Una mujer desdentada viene a pedir ropitas para sus niños. “Anoten ropa, y también una máquina de coser para que aprenda a hacerla ella misma. Y un dentista para que le arreglen los dientes. Hay que estar siempre arregladitas para gustarle al marido”, añade dirigiéndose a la pobre mujer que a todas luces no piensa en eso desde hace mucho tiempo. A las tan inesperadas palabras le hacen tocarse el pelo, llevarse para atrás una mecha caída”

“Una solución práctica y psicológica a la vez tiene el poder absoluto aun el de curar las heridas del alma”.
Y puede hacer las veces de destino. ¿Cuántas veces no habrá intervenido para corregir el curso de una existencia, llevándose a la residencia presidencial a unos niños hallados por la calle, o en secretaría, que se rascaban desesperadamente?. “¿Es Tiña?” , le preguntaban al doctor Lobo, siempre a su lado. Y cuando el médico contestaba que sí, Evita le decía a la madre, “señora no me presta a sus chicos por unos días” En el palacio Unzué los va a poder lavar, cuidar y mimar: ¿para que servirán si no sus cincuenta bañeras, ya utilizadas por los pobres desde 1946, cuando acudían a golpearle la puerta. Los chicos tiñosos y las ancianas malolientes se volvían a ir sanos y perfumados mejor aún, transfigurados. Durante una inversión en la bañadera o durante varias noches, habían vivido en lo del presidente, en un palacio de ensueño.”


DANTE PANZERI
(Del libro “Fútbol dinámica de lo impensado”)

“El fútbol es el más hermoso juego que haya concebido el hombre, y como concepción de juego es la más perfecta introducción al hombre en la lección humana de la vida cooperativista”

“Es que el fútbol, tanto para quienes juegan, para quienes van a ver ganar, como para quienes van a ver jugar, ¡es siempre un fenómeno emotivo! Cuando la emotividad está ausente, es que estamos ante un mero entrenamiento.”


ERNESTO SABATO
(del libro “Antes del fin”)

“En aquel movimiento hubo un justificado anhelo de justicia y de dignidad, frente a una sociedad fría y egoísta que explotaba a los pobres de la manera más denigrante, esclavizándolos en esa especie de campos de concentración que eran los yerbales y los quebrachales. A todos esos desamparados, como los llamó Evita, que luchó verdadera y heroicamente por ellos, los supo movilizar Perón. Medio siglo después la desvaída foto de evita preside, junto a la de la virgen, los hogares más pobres del país, simboliza la devoción y la gratitud por aquellos años únicos de prosperidad y respeto para los más humildes.”

ALEJANDRO DOLINA
(Fragmento de “Crónica del ángel gris”)

“Los hombres vulgares – decía Ortega – están siempre satisfechos de sí mismos. Dan por buenos sus gustos, preferencias y opiniones, sin reflexionar demasiado. No se exigen nada, no se remiten a instancias superiores, se conforman con lo que buenamente encuentran en su cabeza y están encantados de ser como son.
Por el contrario , los hombres excelentes viven exigiéndose. No le encuentran sabor a la vida si no la ponen al servicio de una empresa superior o trascendente. Estos hombres desestiman lo que no les cuesta esfuerzo y sólo aceptan como digno de ellos lo que aún está por encima y les reclama un estirón para alcanzarlo. Esta es la vida como disciplina: la vida noble.”

ARTHUR SCHOPENHAUER

“Una simple mirada nos muestra dos enemigos de la felicidad humana: el dolor y el aburrimiento. También podemos observar lo siguiente: en la medida en que logramos alejarnos del primero, más nos aproximamos al otro, y viceversa; de modo que nuestra vida no se caracteriza, en realidad, más que por la mayor o menor oscilación entre ambos. Esto proviene de que cada uno de ellos posee con respecto al otro un doble antagonismo: uno externo u objetivo y otro interno o subjetivo. En efecto exteriormente, necesidad y carencia engendran el dolor; por el contrario seguridad y abundancia, el aburrimiento. Según esto, vemos a la clase social más baja en constante lucha contra la necesidad, contra el dolor; al mundo de los ricos y eminentes, en cambio, en una incesante y, a menudo, realmente desesperada lucha contra el aburrimiento.”

El peor analfabeto es el analfabeto político...

El peor analfabeto es el analfabeto político. El que no ve, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pescado, de la harina, del alquiler o su remedio dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro, que se enorgullece e hincha el pecho diciendo que odia la política. No sabe el imbécil, que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto y lacayo de las empresas nacionales o multinacionales.(Bertold Bretch)

Magazine Semanal del diario, El día, fechado el26 de Noviembre de 1995; Reportaje a Miguel Ángel Solá: “Aquí están haciendo el país de la pavada. Mira quiénes están en las tapas de la s revistas...Nunca aparecen los escritores, los intelectuales, los que tienen que ver con el desarrollo de la cultura, de la educación, de la salud. En general salen los que considero los grandes fracasos de la sociedad. Alguien dirá: “Bueno, son los protagonistas de los programas con más ratting” Son las revistas que más se venden...Yo les contesto: - coma caca, millones de moscas no pueden equivocarse”...

Sobre la caída de las torres gemelas

¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente ver que el horror estalla en tu patio y no en el living del vecino? ¿Cómo se siente el miedo apretando tu pecho, el pánico que provocan el ruido ensordecedor, las llamas sin control, los edificios que se derrumban, ese terrible olor que se mete hasta el fondo en los pulmones, los ojos de los inocentes que caminan cubiertos de sangre y polvo? ¿Cómo se vive por un día en tu propia casa la incertidumbre de lo que va a pasar? ¿Cómo se sale del estado de shock?
En estado de shock caminaban el 6 de agosto de 1945 los sobrevivientes de Hiroshima. Nada quedaba en pie en la ciudad luego que el artillero norteamericano del Enola Gay dejara caer la bomba. En pocos segundos habían muerto 80.000 hombres mujeres y niños. Otros 250.000 morirían en los años siguientes a causa de las radiaciones. Pero ésa era una guerra lejana y ni siquiera existía la televisión. ¿Cómo se siente hoy el horror cuando las terribles imágenes de la televisión te dicen que lo ocurrido el fatídico 11 de septiembre no pasó en una tierra lejana sino en tu propia patria? Otro 11 de setiembre, pero de 28 años atrás, había muerto un presidente de nombre Salvador Allende resistiendo un golpe de Estado que tus gobernantes habían planeado. También fueron tiempos de horror, pero eso pasaba muy lejos de tu frontera, en una ignota republiqueta sudamericana. La republiquetas estaban en tu patio trasero y nunca te preocupaste mucho cuando tus marines salían a sangre y fuego a imponer sus puntos de vista. ¿Sabías que entre 1824 y 1994 tu país llevó a cabo 73 invasiones a países de América Latina? Las víctimas fueron Puerto Rico, México, Nicaragua, Panamá, Haití, Colombia, Cuba, Honduras, República Dominicana, Islas Vírgenes, El Salvador, Guatemala y Granada. Hace casi un siglo que tus gobernantes están en guerra. Desde el comienzo del siglo XX, casi no hubo una guerra en el mundo en que la gente de tu Pentágono no hubiera participado. Claro, las bombas siempre explotaron fuera de tu territorio, con excepción de Pearl Harbor cuando la aviación japonesa bombardeó la Séptima Flota en 1941. Pero siempre el horror estuvo lejos.
Cuando las Torres Gemelas se vinieron abajo en medio del polvo, cuando viste las imágenes por televisión o escuchaste los gritos porque estabas esa mañana en Manhattan, ¿pensaste
por un segundo en lo que sintieron los campesinos de Vietnam durante muchos años? En Manhattan, la gente caía desde las alturas de los rascacielos como trágicas marionetas. En Vietnam, la gente daba alaridos porque el napalm seguía quemando la carne por mucho tiempo y la muerte era espantosa, tanto como las de quienes caían en un salto desesperado al vacío. Tu aviación no dejó una fábrica en pie ni un puente sin destruir en Yugoslavia. En Irak fueron 500.000 los muertos. Medio millón de almas se llevó la Operación Tormenta del Desierto !!!!!! ¿Cuánta gente murió quemada, mutilada, acribillada, aplastada, desangrada en lugares tan exóticos y lejanos como Vietnam, Irak, Irán, Afganistán, Libia, Angola, Somalia, Congo, Nicaragua, Dominicana, Camboya, Yugoslavia, Sudán, y una lista interminable? En todos esos lugares los proyectiles habían sido fabricados en factorías de tu país, y eran apuntados por tus muchachos, por gente pagada por tu Departamento de Estado, y sólo para que tu pudieras seguir gozando de la forma de vida americana. Hace casi un siglo que tu país está en guerra con todo el mundo. Curiosamente, tus gobernantes lanzan los jinetes del apocalipsis en nombre de la libertad y de la democracia. Pero debes saber que para muchos pueblos del mundo (en este planeta donde cada día mueren 24.000 pobladores por hambre o enfermedades curables), Estados Unidos no representa la libertad, sino un enemigo lejano y terrible que sólo siembra guerra, hambre, miedo y destrucción. Siempre han sido conflictos bélicos lejanos para ti, pero para quienes viven allá es una dolorosa realidad cercana una guerra donde los edificios se desploman bajo las bombas y donde esa gente encuentra una muerte horrible. Y las víctimas han sido, en el 90 por ciento, civiles, mujeres, ancianos y niños ("efectos colaterales"). ¿Qué se siente cuando el horror golpea a tu puerta aunque sea por un sólo día? ¿Qué se piensa cuando las víctimas en Nueva York son secretarias, operadores de bolsa o empleado de limpieza que pagaban puntualmente sus impuestos y nunca mataron una mosca? ¿Cómo se siente el miedo? ¿Cómo se siente, yanqui, saber que la larga guerra finalmente, el 11 de septiembre, llegó a tu casa.

Autor anónimo

Besar la camiseta. Abrir las canchas




Escuché al pasar una conversación que decía había ciertas similitudes en los tres clubes que más peleaban el no jugar en la “promoción”, es decir hablaban de: Central, Racing y Gimnasia. Y me quedé en un comentario, algo así como que antes tenían más hinchas y ahora los rivales los habían casi alcanzado. Me quedé pensando y creo que esto no es cierto, sino que hay factores que hay que tener en cuenta. Básicamente podría decir: los representantes de la clase media más pudiente, salieron favorecidos en los cambios sociales, sobre todo en la década del noventa, en desmedro de los representantes de las clases más humildes. Los menos pudientes quedaron fuera del escenario. Como en tantas otras cosas. Los mandaron a “mirar fútbol por la tele” en horarios dictaminados y en programas hegemónicos y sino en canales por cable, a toda hora, con señores de traje y corbata que se hacen los graciosos y dictan clases de buenos modales. Y por el mismo precio incitan a sentarse en el sillón del living - que supuestamente todos tenemos - y asustan a las amas de casa con “la violencia en el fútbol”….Es decir una invitación a comprar codificados, así al nene no le pasa nada.En definitiva los cambios sociales, en cuanto a la cantidad de público que puede acceder a los partidos, perjudicó a algunos y benefició a otros.Un ejemplo concreto de esto es Boca: El argentino boquense que junta monedas lavando los vidrios de los autos de otros argentinos que tienen banda ancha, colegio privado y terapia, no conoce la Bombonera por dentro. No tiene derecho. Su lugar lo ocupa un socio que paga por débito automático o un turista que paga en euros.Ahora, esto lleva a otra reflexión, fíjense la paradoja: Cada vez más policías custodiando partidos y vías de acceso, cada vez más plateas que populares en los estadios. Crece la población del país pero se reduce la venta de entradas a los partidos de fútbol. ¡Qué curioso! ¿No?Tomo un diario de capital, de esos que venden en un pasaje subterráneo en retiro, el diario es de hace unos cuarenta años y leo en la página de deportes: “Ferro-Huracán”. Se vendieron 23.800 generales y 221 plateas. Con 23.800 populares hoy sería un partido de alto riesgo ¿no?! Pero atención, piensen esto: no es un clásico convocante y tampoco había venta anticipada, es decir esos 23.800 hinchas compraban la entrada ahí, ese día y NO HABÍA MUERTOS NI TENIA QUE VENIR EL PAPA A MEDIAR, pasaba todos los domingos en todas las canchas…además esos 23.800 tipos SALTABAN mientras gritaban los goles en…: ¡tablones de madera! Y parece que la gente la pasaba bien y no salió ni un solo comentario de heridos o cosas así. Jugaban San Lorenzo-Huracán, en cancha con tablones de madera, llevando en un solo partido lo que hoy llevan todos los encuentros en una fecha y sin embargo: el fútbol argentino contabiliza la mayor cantidad de muertos en una cancha de cemento, la llamada “puerta doce” en el estadio de River, todo en una tarde. Más de setenta muertos, y decenas y decenas de heridos…en una cancha grande y sin tablones de madera. Casi la mitad de los muertos en toda la historia del fútbol en una sola tarde.Pero sigamos: cuando el sr. de negro decía “se terminó”: las hinchadas SALIAN JUNTAS. Y, sí, había corridas, y algunas trompadas seguramente, y alguna bandera que pasaba de un lado a otro, porque es la verdad. Y también es la verdad que aquel que llevaba una bandera sabía a lo que se exponía, es decir había que tener “aguante”. No era una bandera un elemento de consumo más, era un símbolo sagrado que se cuidaba. Y otro dato: ¡¡jugaban casi todos el mismo día!! Qué trabajo tendría el Coprosede en es época. Porque el Coprosede me hace acordar al FMI, casi es mejor que no te ayude, por ejemplo en la B, no podes ir a ver a tu equipo de visitante y esa es la “solución”…Hoy si alguien organiza un partido con 23.800 tipos en cancha de madera, comprando todas las entradas el mismo día, yéndose a la misma hora, y todo sale bien: al tipo que lo organiza le dan la banda presidencial y lo condecoran. Hoy exigen: cemento, plateas, policías, pulmones, gorditos que van a misa, con buenas intenciones claro, y con remeras que dicen “no a la violencia” y miran el partido gratarola, y hay socios con carnet digitalizado y cámaras costosísimas para filmar barras bravas… pero ojo…los barras bravas siguen estando y lo que se van de las canchas son aquellos que, vamos a llamarlos por su nombre: pobres. Es como que dicen: Esos que se vayan a ver los goles por la tele, que no anden colgando banderas con la cara del Che, de Evita o con frases de amor por su club, eso no esta bien…no es de “gente como uno”.En el medio de aquel Ferro-Huracán y hoy, mucha gente se acostumbró a ser hincha de televisión. Y cambiaron valores.Antes se iba por la camiseta. En el 86, año nefasto para las populares que rodeaban el fútbol argentino, a mí entender, pasó lo siguiente:Los barras bravas, llevados a México, todo pago, se dieron cuenta de lo que podían “ganar”…Hubo un Dr. Frankeistein en todo esto.Lo importante pasó a ser el “ídolo”. Entonces “uno”: la estrellita, pasó a ser más importante que lo colectivo, que el equipo y que todo el resto, sobre todo si ganaba…Se festejó en todos lados de nuestro querido país y el negocio de vender camisetas, gorritos, revistas, la emisión de partidos por televisión, se multiplicó.A partir de allí, hasta el día de hoy, fueron achicando las populares y “sentando” a la gente, a la parte más pudiente en plateas, a la parte más baja - y ni hablar a los más humildes - frente a la televisión. Para que disfruten de las estrellas reporteadas, filmadas, divinizadas por yuppies periodistas deportivos, que les perdonan todo a los jugadores, les pasan la esponja mientras se bañan y matan técnicos cuando pierden pero eso sí, mientras se lamentan por la crueldad del fútbol resultadista… y claro, nada le perdonan a la popular. Dios dejó de ser todos, dejo de ser el pueblo para ser uno solo, “la estrellita que le pega bien a la pelota”. Y si uno escucha que se plantean “el sol está fuerte a tal hora y hace mal”, solo les preocupan los jugadores que cobran. Total: los hinchas que pagan, van igual. Los hinchas que paguen el codificado y lo ven en su casa. Y los que van: nada de insultar que no es el modo, nada de saltar que tapan a los que se sientan en el palco o a las cabinas, nada de opinar distinto que joden. Así estamos hoy. Pero hay, por suerte, milagros, excepciones. Donde el vapuleado amor a la camiseta es más importante aún que el resultado. Son lagunas en el desierto. Una de ellas se dio el domingo, en Gimnasia. Porque una cosa es la “estrellita” inventada, que se la infla porque mete goles o porque recién llega a Boca o a River y hay que darle manija y otra es ese fenómeno de tipo, perfil bajo, que es el Pampa. Y ese amor que no viene de la mano del resultado, hoy realmente es un milagro, que se da entre un pueblo y un jugador, espontáneamente. Porque el gol del pampa hizo que hubiera gente que se le llenaran los ojos de lágrimas, simplemente, por lo más importante de todo, más importante que la guita o la tabla de posiciones: por un sentimiento, porque el que metía el gol era un tipo querido. Uno se identifica en él por el esfuerzo. No me canso de repetirlo, muchos de los pocos que lo critican, nose si se bajarían el sueldo como lo hizo él, viniendo de Europa a poner el pecho en este momento, con éste promedio de Gimnasia. Entonces, el gol del Pampa vale doble. Porque hizo como cualquiera de nosotros antes de un clásico, no se escondió, y como tantos que hicieron apuestas, él prometió, después hizo lo posible y no salió pero quedó bien graficado que le sobran huevos. Porque con el resultado puesto cualquiera cacarea. Y así y todo, del otro lado, hay gente que no contesta ni dice nada, quizás porque tenga algo que esconder…El Pampa podrá meter o no meter goles (aunque la definición del domingo: enganche, y al rincón dejo en claro lo que puede hacer) pero no lo va a silbar un estadio completo porque no tenga huevos, eso seguro. Es al revés, no metía goles y los hinchas que van a todos lados lo aplaudían. Y cuando haga un gol, va a pasar como el domingo, donde un gol fue más que un gol, y muchos de los que salieron desde Plaza Moreno, haciendo la única fiesta futbolera que tuvo La Plata el domingo, hizo lo que hizo él, hermano, amigo, tipo humilde y con huevos: besó con amor la camiseta del Lobo, esa que cuidas y usas vos, y yo, y todos nosotros y Chirola, y Marianito y el Pampa. La camiseta de Gimnasia, esa que cuando las cosas salen mal o bien no importa, se besa como lo hizo el Pampa después de la conquista, se besa con amor. Amén. - Rafa Ton -

Nota publicada por Revista Ginasiá! nº1



¿Cómo se puede explicar que desde aquel febrero de 2006 cuando Gimnasia fue a jugar a 25 y 32 nunca más se pudiera ganar un clásico, es más solo consiguieran dos empates y uno de ellos con un agónico gol del rival, en tiempo de descuento.
Son tantas las preguntas. ¿Existen las casualidades? ¿Las rachas son casualidades o causalidades?
Están aquellos que dicen, es culpa de los jugadores o el planteo táctico y punto. Nada tiene que ver el escenario ni el estado de la institución que sostiene ese equipo. Visto desde este punto: sería pura casualidad que Gimnasia que venía de diez años de no perder un solo clásico en su reducto del Bosque y al cambiar de escenario, no gane ningún clásico más.
Las rachas y las canchas “adversas” para algunos rivales existen. Rosario Central mantuvo una racha negra de 18 años sin ganar en el estadio de Newells. Racing Club estuvo 39 años sin ganar en 60 y 118. Independiente lleva 12 años sin poder ganarle a River en el Monumental y 13 sin ganar en el Bosque.
La fuerza de la localía suma, no siempre es “el” factor que desnivela, es obvio, pero los números indican claramente que el local siempre tiene cierto favoritismo, cierto plus de ventaja. Sea: Boca, Gimnasia, Central, Olimpo o Yupanqui, en todos los casos, el local logra, a lo largo de la historia, siempre más puntos en su cancha que afuera. Entonces no es que son, simplemente, once con otra once y dos planteos tácticos sin importar el marco y otros factores.
A River le cuesta ganar en La Boca; Boca, con largas rachas a favor, nunca tuvo más partidos ganados que River en Nuñez.
Más allá de los planteles, existe algo que denominamos “actitud”. Sino sería imposible que la selección uruguaya ganara en el Marcaná y pasó. Pero también es cierto que son excepciones, por ende, vale la redundancia: son partidos que se recuerdan justamente por lo excepcional.
Siempre hay alteraciones mínimas en las estadísticas, casos que alteran una regla, pero son “islas”, infrecuentes.
Gimnasia dejó de ser local y a partir de allí no ganó ningún clásico más, ya no le pudo ganar ni a Boca ni a River ni a Racing. Gimnasia que por partidos de la Conmeboll, Sudamericana y Copa Libertadores, nunca había sufrido una derrota en su estadio, con un equipo extranjero, dentro de los 90’ perdió en 25 y 32. En más de 100 años de historia, Gimnasia nunca había perdido un clásico jugado en el mes de Abril: también cayó esa estadística en 25 y 32. La última victoria del Lobo se remonta al 4 a 1 cuando el clásico rival luchaba por alcanzar la punta del torneo y Gimnasia lo humilló en el Bosque dejándolo sin chances.
Pasaron: Troglio, Maturana, Falcioni, Sanguinetti, Madelón. Jugaron: Vargas, Licht, Civelli, Messera, hasta el Pampa que cada vez que había jugado les había marcado un gol…pero no. Gimnasia no ganó un solo clásico en el estadio “trucho”. ¿Todo eso sería una suma de casualidades? ¿Datos que estrictamente demuestran que en todos esos partidos Gimnasia fue superado con justicia? ¿Una maldición?
Encontramos un blog (para aquellos que creen en estas cosas)
http://www.defutbolyfulbito.blogspot.com/ que habla de magia negra en el fútbol platense y en la última parte, preguntan si ciertos resultados son simples coincidencias o no – fue aquello que nos llevo a escribir esto - y se titula: “Maldición política o política maldita” y dice: “…El estadio único, nació y creció en la polémica y también tuvo su “maldición” para los políticos, ya que todos aquellos políticos que lo apoyaron sufrieron derrotas electorales: “Chiche” Duhalde - aseguran que fue una de las propulsoras del moderno estadio- ; Eduardo, su esposo que por esta “maldición” vio como se postergaba el estreno del mega-estadio y fue de invitado y no como gobernador, como él lo deseaba públicamente; también el intendente Platense Julio Alak y ni hablar del verborrágico: José Muñoz, el polémico ex-presidente del Club Gimnasia, que luego de decidir que el hechizo del estadio de Gimnasia no era tal y entonces llevar al equipo tripero a jugar al “único”, perdió dos elecciones seguidas (por vocalías y como presidente). La actual presidenta de la República, cuando estaba en campaña, dicen se negó a efectuar un acto en el estadio único (y ganó) y se sabe que ningún político se atrevió, hasta ahora, a miting político alguno en dicho lugar. Maldiciones. Brujerías. ¿Quién cree? Las coincidencias son muchas y los números hablan por sí solos…”
Hoy podemos agregar, aunque es otro tema, que el candidato que “cerro” parte de su campaña con un acto en 25y 32, prometiendo su techado…no le fue muy bien en las elecciones.
Cerrando el tema, dejando de lado las coincidencias, las creencias, está demás decir que no hay recetas infalibles para el éxito. Pero si las hay para el fracaso.
Alguien alguna vez tendría que tener autocrítica y admitir el error de haber mudado al Lobo de su hábitat.
Alguien alguna vez tendría que empezar una política donde el dinero que ingrese sea destinado a obras para hacer un club fuerte. Porque con una institución fuerte, los buenos resultados vienen solos. Pero esto no tiene que ser la medida de una comisión directiva, esto tiene que ser un pensamiento de todos. Y cuando se va a gastar mucho dinero en un jugador, por más nombre que tenga, los mismos socios digamos, vamos a lucharla con lo que tenemos y usemos ese dinero para el semillero, para el Bosquecito, para el estadio. Vamos ser fuertes primero como club, que los resultados después vienen solos. Si los socios vivimos solo para el “hoy”, no le pidamos a los directivos que mañana ganemos. Sería una contradicción. Es como te enseña el boxeo: Primero aprendé a defenderte. Después pegas. Y cuando es así. Yendo en orden. Se gana las peleas. Sino es como ir a pegar exponiendo la cara, con los dos puños adelante y los ojos cerrados. Te podrá salir una, pero la mayoría de las veces, vas a terminar en el piso. No quiere decir ser defensivo, sino cumplir los pasos. Hacerte fuerte para ganar las peleas que vengan.
Pareciera ser que nos equivocamos, que en algún momento modificamos los valores. La cuestión era estar cómodos, que uno con dinero comprara jugadores que nos iban asegurar grandes “éxitos”…Y un castigo cayó sobre todos nosotros, justos y pecadores, a partir de febrero de 2006. ¿Dejar tu lugar? ¿Renegar de tu patrimonio para sentarse en un lugar más cómodo? Así nos fue. Cómodos sí, vimos como bajábamos el promedio, cómodos presenciamos el peor clásico de nuestra historia y nos olvidamos como era ganar un clásico. Dejamos al lobo rodeado de butacas en lugar de tilos, en un lugar que no sabe de papelitos, salvo por máquinas, que no tiene colores, que fue diseñado por ellos y para ellos…Entonces quizás no sea una “maldición” aunque, sinceramente, lo parezca. Son resultados de que en algún momento nos olvidamos de que Gimnasia es una institución que contiene y expresa la pasión de un pueblo. Es decir: es mucho pero mucho más que un equipo de fútbol, que resultados deportivos o un puente para que pasen jugadores que no les importe la camiseta. No necesitamos un salvador si cada uno pone un ladrillo y un poco de paciencia para ver crecer los frutos.
En 1992, en radio provincia, en un programa llamado “Mesa de Deportes”, el periodista Néstor Basile le hizo una entrevista al Dr. René Favaloro. Recién se comenzaba a hablar del tema de la construcción de un estadio para que Gimnasia compartiera con su rival y el entrañable Doctor, dejando mudo (que no es poco) y emocionado a Basile y su compañero Javier Limousin: “la idea mudarse en lugar de cultivar los cimientos ya existentes no me atrae: Doña Cesárea, mi abuela, me enseñó desde muy chico, a amar la tierra. Los tilos que rodean el estadio de Gimnasia, su perfume, sus cambios acompañando el clima, son parte de mi historia, cuando iba con mi tío o cuando acomodaba los horarios de estudio, ya siendo más grande: No son solo recuerdos, son raíces, tallos donde floreció un sentir, como indudablemente le pasó a mucha gente. Y eso recuerdos hay que protegerlos, son como dije antes, un cimiento humano necesario”.
¿Qué más se puede agregar a las palabras del Doctor Favaloro. Que con su tono campechano, su facilidad de palabra siempre apuntaba a lo humano, a lo esencial.
Habría que haberle echo caso a quién tantas vidas supo salvar.
Será tiempo ya de valorizar y resguardar lo nuestro.
Dejamos pasar muchas. Cuando en 32 años sólo habíamos perdido dos clásicos en el Bosque: no lo supimos comunicar ni valorar. Cuando ganamos la Copa Centenario en 60 y 118, tampoco. Cuando tuvimos la oportunidad de tener la única cancha de cemento en la ciudad, con nuestros colores y para nuestra gente…lo desaprovechamos. Compramos la idea de progreso, de comodidad ajena y compartida. Hoy estamos pagando todo esto. Nos queda lo mejor que tenemos: la gente. El 8 de Agosto de 2009 Gimnasia convocó 5000 hinchas en Estancia Chica y el ganador de la copa llevó 250 simpatizantes al country…Eso hay que valorarlo y potenciarlo. Valorar lo nuestro y potenciarlo. Cada vez más concientes de esto. Cada vez más unidos tras un proyecto que desemboque en un estadio gigante, un bosquecito de lujo con cientos y cientos de pibes que garanticen el futuro y muchos socios, muchas filiales y muchas camisetas que salgan siempre orgullosas tras derrotas o victorias. Cada vez más fuertes. Si después de todo, más allá de lo que nos pase en lo deportivo, bueno o malo, cada vez somos más triperos.

Texto de Rafael Ton publicado en Revista Ginasiá!

Sobre la Hazaña en el Bosque. 12 de julio del 2009
(exclusivo para hinchas del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata)

Tengo que pedirle perdón al Tornado Alonso, al Pampa, a Franquito Niell, al Chileno Ormeño, al Gato Sessa, a Mariano Messera, a Maldonado, a Agüero, Cuevitas, a todos; no quiero dejar a nadie afuera, a todo el plantel. Quiero pedirle disculpas de antemano por esta denuncia que tengo que hacer a Walter Gisande, a Escanda, al Negro Vera, a toda la comisión directiva. Lo mismo a Madelón y al cuerpo técnico, al genio que tenemos como coordinador del fútbol profesional: Marito Díaz y al utilero, y a todos, pero me veo en la obligación de decir algo que sucedió y que fue ignorado por los medios pero…es lo que ocurrió, aunque la televisión no lo mostró, aunque nadie escribió esto en los diarios.
Y conste que creo que no es tiempo de venganzas, ni dedicatorias a los que prendieron las velas antes de tiempo. Tampoco son horas para acordarse de cierto “pecho frío” que acompañado de su escribano, abandonó el compañerismo y demostró que solo le importa el dinero (eso se termina pagando en esta vida).
Pero la verdad es la verdad y lo tengo que decir.
¿Acaso no es verdad que el viernes anterior al partido con Rafaela querían sacar al Lobo del Bosque? si. Es verdad. Y finalmente no pudieron. Porque cientos de Triperos fueron a la sede, porque la Comisión Directiva hizo todo lo posible, porque era una maniobra para perjudicarnos. Pero no lo lograron. Terminé esa noche leyendo un texto en las escalinatas del poli. Y luego cumpliendo con la cábala: en el bar “Serrano” en 14 y 57 con una “Patria Gimnasista”. Terminamos saludándonos, diciendo cosas como: “Che Andrés, nos vemos en el Bosque, en el mismo lugar en la popu, ¡llevá el pulóver que te tejió tu vieja!”. El ritual continuaba. Una vez más, defendíamos nuestra casa, nuestra localía.
Y llegó el domingo 12 de julio de 2009. Y como a Vélez, el actual campeón, y como a Huracán, el mejor, y como a Lanús, como a Colón, como a Jujuy que había que ganarle si o si, y remontándonos más en el tiempo, como a Racing en el ascenso, a River en la Copa Centenario, como a los vecinos que estuvieron 10 años sin ganarnos un solo partido en 60 y 118, como al Boca campeón de América que venía de ganar en el Morumbí…en el Bosque se preveía otra victoria nuestra. Lo que quizás no se sabía era si iba a alcanzar.
Sabíamos sí, que un gol de Cuevitas podía hacer saltar Coronel Pringles o sabíamos sí, que iba a estar todo repleto - como sucedió - o que la noche anterior Lucas de La Granja y una banda de Triperos durmieron en el Bosque, centinelas de su casa, cuidando lo nuestro, como debe ser. Sabíamos que Oscar Salas y su hija Sabrina habían regado el campo de juego con agua bendita, pasando el vallado policial y batallando casi con la seguridad privada. Sabíamos que algunos locos habrían estado haciendo ruido en la noche porteña, cerca del hotel donde pretendían descansar los jugadores de Rafaela. Sabíamos que había promesas que no se pueden ni decir, de toda índole y que el partido se jugaba en una fecha que era casi una profecía: el mismo día del cumpleaños del Doctor René Favaloro.
Y también es verdad que hubo pronósticos acertados y otros no. Alguno que dijo que el árbitro estaba comprado y que nos iba a dar dos penales…y ocurrió casi al revés: expulsó dos jugadores, permitió que los jugadores de Rafaela estuvieran más en el suelo que jugando y no cobró una claro mano de Cravero. Y, quiero contarlo: me llegó un mensajito de Dieguito Galliani (autor con Alejandro Petreco de los videos documentales sobre el Negro Jose Luís y el Loco Fierro) que recibí en la mañana, antes del partido y decía algo así: “los goles pueden venir en los últimos minutos…. Si alentamos todos, lo damos vuelta”…¡un gurú Dieguito!.
Y es que somos así. Un dato no menor: a pocas horas de perder en Rafaela 3 a 0, volviendo seis triperos en el auto de Christian, recibí un mensaje de “Polito”, Alejandro Castellanos que decía: “amor, coraje, fuerza y esperanza! Eso es lo que mi viejo me enseñó de Gimnasia. El domingo festejamos todos juntos!” y el gordo tenía toda la razón. Y desde esa derrota hasta el domingo recibí todos pero todos, mensajes positivos, optimistas. ¡Qué raza maravillosa somos, aunque a veces no lo valoremos!...De Ariadna Rueda y de Taty, Mauro Coronato, Diego Patiño, Diego Nuñez, Solcis Yalet…es que nadie abandonó la esperanza. Eso es Gimnasia.
Y llegó el partido y acá va lo que tengo que aclarar, y lamento sacarle mérito al petizo Niell pero lo tengo que decir.
Estaban en la platea H, atiborrada de hinchas, muchísimos triperos, lleno todo, y ahí, cerca del alambrado: Chiquito Giorggi, Huguito Castagnaso, Angélica Magallanes y otros más. Habían bajado de la bandeja alta, los nervios los habían empujado. Pedro Vecchiarelli abrió disimuladamente el boquete, tapado por Elbio Guadarrama, Fausto Lara y José Lucero. Y se ve que ni la policía ni la televisión llegan a ver eso que los triperos sí vemos. Entonces no prestaron atención, ni pusieron cordón policial.
Y entonces a los 25’ veo que por el hueco en el alambrado entra Emanuel “Chirola” Lorea y al segundo, Ángel Urquía, y así todos empezaron a entrar al campo de juego y arriba mío, trepado acalambrado: “bombom”, les hacía señas desde la popular que sí, que se metan. Entonces lo veo a Maxi Albanesse corriendo al lado del Pampa cuando saca el centro y el tornado Alonso la mete en el arco; y pensé: “lo anulan, esta lleno de triperos el campo de juego” pero el árbitro nada… ¿La televisión dice algo? pregunté por celular, che, hay extraños en la cancha…pero por suerte, nadie dice nada. No los vieron, no los ven. Es una capacidad de los Triperos, nada más.
Y a los 43’ todos para adelante, parecía que nos íbamos a caer de la tribuna del bosque, que se inclinaba hacia el campo de juego alentando y viene el segundo gol. Y veo hinchas en el campo, abrazados, festejando.
Y ahí viene lo mejor, lo que tengo que contar porque es la pura verdad, ya en un minuto adicionado, los nervios le jugaron una mala jugada al gordo Montesino pero le salió bien…nos salió bien. Fue la desesperación. Es que el gordo, toda la vida siguió siendo aquel pibe que a los 13 años se escapó de su casa para ir a ver un amistoso con Guaraní Antonio Franco en Misiones. El mismo que algunos creen que falleció tras una asamblea en la sede defendiendo al Lobo. Y además, usted o yo, tripero, hubiéramos hecho lo mismo, carajo. Y allí estaba tu abuelo quizás, tu viejo, nuestros viejos queridos, metidos en nuestra cancha. ¡Sí los estoy viendo! Y recuerdo perfecto: Chiquito Giorggi le gritó a Cuevitas “tira el centro pibe”, Oscar se acercó al petizo Niell - después de todo Niell tenía el número 22 en la espalda - y tomándolo fuerte con sus manazas tripas, aferrándolo de la parte de atrás de la camiseta y cuando venía el centro pasado de la izquierda que mandó Cuevitas, lo hizo flotar en dirección a la pelota, directo al cabezazo, directo al corazón del Lobo, directo al gol que sepultó a unos pocos y metió a los barrios y al pueblo tripa en 7 y 50, feliz, feliz, feliz.
Lo tenía que decir, es la verdad, vos sabes tripero, que es verdad. Un tipo de Primera, el gordo Oscar Montesino, y ahora sí, está festejando como todos. ¡Te pasaste Gordo!, gracias a vos, gracias a todos, porque en realidad se pasaron todos los hinchas del Lobo. Elegimos alentar en lugar de putear, elegimos Gimnasia, sufrimiento y goce místico que en definitiva nos hace sentir y ver más que otros. Porque todo lo hacemos con el alma de fierro que tenemos, azul y blanca.
Pensar que cuando lo expulsaron al Pampa, otros hubieran elegido el camino del abandono o del quilombo, nosotros seguimos alentando y entendimos los nervios de un hincha más que estaba como todos nosotros. Pensar que nos daban por muertos…a nosotros. No nos conocen. Así hubiera pasado lo peor: el Lobo, su casa y su gente siempre, siempre, son de primera.
Gracias a Lycho González, a Carlos Britos, a Fefo Vadala, a Lito Gárgano y a todos los que levantan la bandera albiazul de la esperanza en los momentos más jodidos.
Gracias a todos los que hicieron esto posible, gracias a todos por ser hinchas de Gimnasia.
Gracias a Néstor Basile por ser el faro y la nave que nos llevó a nuestras tierras donde un 12 de julio de 2009, fuimos tan felices como se puede ser.
¿Vieron? Uno con Gimnasia siempre termina repitiendo esta palabra: Gracias. Gracias Lobo.

Rafael Ton